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NÚMERO DE SERIE

La delicada línea que separa el bien del mal en 'The Good Wife'

Sobra decir que 'The Good Wife' es el mejor drama que se emite en abierto en Estados Unidos. Más allá de los premios o de la audiencia, la serie creada por el matrimonio King ofrece capítulos elegantes, perfectamente escritos y con unos personajes de valores dudosos, pero que siempre resultan atractivos a ojos del espectador. Su peculiar visión del bien y del mal es, precisamente, su mayor aporte conceptual a la ficción televisiva.

-The Good Wife

The Good WifeCBS

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Si algo hace irresistible 'The Good Wife' es que las cosas nunca son blancas o negras. Una relatividad moral que se aplica a la psicología y comportamiento de todos los personajes, tanto en las salas de la corte de Chicago como en su vida personal. Los abogados de Lockhart & Gardner, Alicia Florrick incluida, utilizan continuamente este cuchillo de doble filo. Un arma peligrosa que ha cobrado especial fuerza en la tercera y actual temporada.

Alicia Florrick, la carismática protagonista interpretada por Julianna Marguilies, siempre ha querido ser honesta en todos los aspectos de su vida pero, ¿consigue mantenerse fiel a sí misma? No siempre. Y cada vez menos. En uno de los últimos capítulos Alicia quiere que sus hijos estudien en un colegio mejor. Piensa que lo tendrá muy fácil al tener un marido como fiscal del Estado de Chicago. Cuando la directora del colegio rechaza su petición, Alicia no duda en llamar Peter, del que está separada, para que fuerce a la directora a incluir a sus hijos en el nuevo colegio.

No sólo Alicia traiciona sus propios valores, sino que incluye a sus hijos en las decisiones que toma y lo más llamativo de todo es que utiliza a Peter para lograrlo. Ya vimos algo similar al final de la primera temporada, cuando Alicia tiró de sus propios hilos para ganar una plaza en el despacho de Lockhart & Gardner y dejar a Cary fuera de juego. Puede que, efectivamente, Alicia sea una buena esposa, pero eso no quiere decir que sea una ingenua.

Kalinda y Will, ¿todo vale?
En esta temporada estamos disfrutando mucho de las escenas conjuntas entre Will y Kalinda, dos personajes fundamentales en el desarrollo de la serie. Will está en una situación muy delicada, con la fiscalía detrás de él ante un caso de soborno a varios jueces. Wendy Scott-Carr, la fiscal responsable del caso, le pide ayuda para derrocar a Peter Florrick o en caso contrario dirigirá la investigación contra el propio Will, que decide ir a juicio y no destruir la carrera del marido de Alicia.

Kalinda, que no se casa con nadie, decide ayudar a Will, hasta que en su investigación se cruza una posible inculpación a Alicia por falsificación documental. Es ahí cuando decide traicionar a Will para no perjudicar a Alicia, a la que siente que le debe algo tras haber tenido relaciones sexuales con su marido.

El proceso de Will afectará a un buen número de personajes, empezando por él mismo y terminando por Alicia, que será la gran damnificada de este proceso y que friccionará con toda seguridad su relación con Will. No debemos olvidar que ha sido Peter Florrick quién ha comenzado esta investigación y ha confiado plenamente para ello a Wendy, su anterior contrincante y, aunque él lo ignore, actual archienemiga.

En este punto tan bueno se encuentra la tercera temporada de 'The Good Wife'. Una serie de abogados donde no importa probar que tu cliente es inocente sino intentar que la otra parte no consiga demostrar que es culpable. Ningún personaje dice lo que piensa, pero todos piensan mucho lo que dicen.

Si por algo gusta tanto 'The Good Wife' es porque nada se clarifica del todo. Los finales de los capítulos, dignos de análisis, siempre dejan en el aire alguna trama sin resolver del todo para que el espectador rellene lo que falta. Nada se da por sentado y el espectador no se limita simplemente a ver el episodio sino que debe reflexionar para entender el contenido de la serie en su totalidad. Pocas series pueden presumir de conseguir tanto.

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