Doğaç Yıldız, una pieza clave en Pecado original y Secretos de familia con sus personajes radicalmente opuestos, Yiğit y Ömer

Doğaç Yıldız llegó tanto a Pecado original como a Secretos de familia sin hacer apenas ruido, sin llamar demasiado la atención, ocupando un papel muy secundario en el desarrollo de los acontecimientos. Sin embargo, en muy poco tiempo esos personajes a los que apenas prestábamos atención han dado un giro que los ha convertido en protagonistas de los grandes cambios que han sufrido las dos series en las últimas semanas.

La veleta Yigit

La llegada de Yiğit al universo Argun fue tan discreta como inesperada. A estas alturas hay pocas cosas que ya nos sorprendan de Ender, pero haber ocultado que había tenido un hijo con Kaya fue algo que no se nos había pasado por la cabeza. Bueno, la verdad es que sí lo habíamos pensado, pero en nuestras elucubraciones el bebé Erkinci Celebi era Erim y no ese desconocido que un día apareció en nuestras pantallas para desestabilizar aún más a casi todos los personajes de esta serie.

¿Cuál ha sido nuestra relación con Yiğit? Pues más o menos la misma que ha tenido con Ender. Inestable. Variable. De amor-odio. ¿Por qué? Porque Yiğit ha conseguido pasar por casi todos los roles habidos y por haber.

Yiğit ha sido el hijo abandonado que, cargado de odio y rencor, irrumpe en la vida de su madre para devolverle toda la rabia que lleva acumulada. De hecho, de cara a sus planes de venganza, Yiğit se encontró con la mejor aliada posible: Şahika. Lástima que la inteligencia visual de Yiğit no sea equiparable a la emocional. De serlo se habría dado cuenta mucho antes de que fue una marioneta en manos de su tía.

Fueron los hilos de Şahika los que lo provocaron a agredir a su propia madre. Fueron los hilos de Şahika los que lo incitaron a engañar a Lila. Fueron los hilos de Şahika los que lo empujaron a drogar a Erim.

Eso sí, dejando al margen las incuestionables habilidades manipuladoras de Şahika, si somos sinceros, ninguno de esos actos sorprendería viniendo de un hijo de Ender. Casi todo eso podría haberlo planeado perfectamente Ender en alguna de sus maquiavélicas estrategias.

Sin embargo, Yiğit cuenta con la ventaja de contar también con una importante dosis de genes paternos y Kaya está a años luz de los tejemanejes de su hermana y de su mujer.

Así, poco a poco, la influencia de ese padre recién encontrado fue provocando la transformación de Yiğit dejando de ser la mano ejecutora de Şahika para convertirse en un buen hermano mayor para Erim, en un galán que se esfuerza por recuperar a su enamorada y en un hijo que entiende las circunstancias de su madre.

Yiğit pasó así del lado oscuro dominado por el rencor hacia la luz de tener una familia, que, con sus más y sus menos, ha logrado convivir con cierta armonía.

De hecho, también hay que reconocer que su última mala acción nos trajo uno de los mejores momentos de la serie. Yiğit mostró su cara más egoísta cuando obligó a Ender y Kaya a casarse como prueba de que lo querían de verdad como hijo. Siempre habíamos pensado que Erim no tenía rival como hijo caprichoso y consentido, pero Yiğit, siendo ya un hombre hecho y derecho, se comportó como el más inmaduro de los adolescentes.

Eso sí, de no ser por ese chantaje emocional de Yiğit tal vez no estaríamos siendo testigos de esta nueva oportunidad que se están dando Ender y Kaya. Y, sinceramente, nos encanta esta pareja. Y, sobre todo, nos intriga comprobar si Ender abandonará todas sus estratagemas bajo la influencia bondadosa de su marido o si Kaya sucumbirá a las malas artes que pululan por su casa.

Por lo tanto, Yiğit ha conseguido su objetivo de tener una familia, pero aún le quedan asuntos pendientes. ¿Podrá proteger esa estabilidad familiar de la envidia y los celos de Şahika?¿Será capaz de que Lila forme parte del universo Erkenci Celebi?

El inquietante Omer

Si bien Yiğit ha tenido una evolución positiva en Pecado original, no podemos decir lo mismo de Ömer, el personaje que Doğaç Yıldız interpreta en Secretos de familia, cuya presencia siempre nos ha resultado inquietante.

Lo cierto es que hemos necesitado varias semanas para poder confirmar de forma contundente que Ömer es hijo de Yekta. Nosotros no necesitábamos ninguna prueba de ADN. Sus actos están hablando mucho más que los genes.

Hasta ahora todo lo que ha hecho Ömer lo identifica claramente como hijo de Yekta. No solo por su habilidad para encontrar los entresijos legales por los que cubrir las huellas de sus clientes, sino también por la frialdad con la que ejecuta cada uno de los pasos que da.

Y esa frialdad es la que lo hace aún más inquietante. Es como si fuera de acero. Nada lo perturba. Nada lo altera. Mantiene la misma actitud y el mismo tono pidiendo un té que amenazando a Ilgaz.

Pero lo peor es que Ömer es todavía un gran desconocido. Sabemos que trama algo. Algo que intuimos que no nos va a gustar porque afecta directamente a Ilgaz y Ceylin.

Hasta ahora Ömer había mantenido un perfil bajo. Se había mantenido a la sombra de su padre. Se había mantenido silencioso, expectante, atento. Ahora, sin embargo, se ha envalentonado y ha dado un paso al frente que nos preocupa. Ya ha verbalizado su interés en Ceylin y ya ni se molesta en disimularlo.

Ilgaz no quiere a su mujer cerca de ese individuo y no es solo por una cuestión de celos. Ilgaz tiene un buen instinto y sabe que Ömer es mucho más peligroso de lo que aparenta.

¿Será Ömer peor aún que Engin? ¿Cómo gestionará Yekta la complicada personalidad de su hijo? ¿Se habrá creído Laçin las explicaciones sobre el hermano misterioso? ¿Conseguirá Ilgaz mantenerlo lejos de su familia? ¿Caerá Ceylin en la telaraña que pretende crear a su alrededor?

En definitiva, Doğaç Yıldız ha conseguido que su llegada a ambas series supusiera un punto y aparte en el desarrollo de las historias. Y, además con dos personajes radicalmente opuestos.

Es cierto que Yiğit tuvo sus escarceos con el lado oscuro, pero siempre guardó un mínimo de conciencia que hacía que durante algunos segundos se plantease si era correcto lo que estaba haciendo. Y, además, no podemos olvidar que venía de una situación de dolor, de rabia por sentirse abandonado, de rencor por creerse no querido. ¿Acaso alguien ha podido olvidar la catarsis emocional que supuso su primer abrazo con Kaya? Yiğit ha sido durante mucho tiempo un niño que buscaba una familia. Un hombre que buscaba su lugar en el mundo. Ahora que lo ha encontrado parece que hemos podido conocer al verdadero Yiğit. ¿Será así o las circunstancias lo harán cambiar?

En el caso de Ömer, la desconfianza que nos transmitió la primera vez que lo vimos no ha hecho más que ir en aumento. El mero hecho de ser hijo de Yekta ya hizo que lo tuviéramos en cuarentena, pero, pasado el tiempo, han sido sus propios actos los que nos causan mucha ansiedad y mucho miedo. ¿Qué oculta detrás de esas gafas además de una mirada impasible? ¿Quién es Ömer?

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