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George R.R. Martin critica los cambios tóxicos y no incluir este personaje clave en La Casa del Dragón: HBO le responde
George R.R. Martin ha criticado los cambios "tóxicos" en la temporada 2 de La Casa del Dragón, señalando la ausencia de un personaje clave y prediciendo más cambios nocivos para las próximas entregas. HBO por su parte, ha salido en defensa de la serie.
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George R.R. Martin, el autor de la saga de libros titulada Canción de Hielo y Fuego, quien en el pasado parecía contento con los cambios realizados en La Casa del Dragón respecto a su libro Fuego y Sangre, ahora parece haber cambiado de opinión, haciendo fuertes críticas hacía las variaciones de la segunda temporada de la adaptación televisiva.
En un post de su blog personal titulado "Cuidado con las mariposas", hace referencia a los famosos efectos mariposa, y que posteriormente fue eliminado, Martin ha predicho que las próximas temporadas podrían incluir cambios aún más "tóxicos". Según Martin, estos cambios podrían afectar la fidelidad de la serie a su material original, generando controversia entre los fans.
Previamente, Martin ya había dicho que escribiría "sobre todo lo que salió mal con La Casa del Dragón". "Les prometí algunas reflexiones más sobre Sangre y queso y Maelor el desaparecido después de mis comentarios sobre los dos primeros episodios de la segunda temporada de HotD", explicó Martin.
En su publicación, Martin ha elogiado algunos aspectos de los dos primeros episodios de la segunda temporada, titulados Hijo por hijo y Rhaenyra la cruel, describiéndolos como "fantásticos, bien escritos, bien dirigidos y con actuaciones potentes", pero ha señalado que hubo una "gran división" en la recepción de una de las escenas clave: la de Sangre y Queso.
La controversia más grande surgió por la omisión del personaje del príncipe Maelor, hijo de Helaena y Aegon, que jugaba un rol crucial en esa secuencia. Martin ha explicado: "En mi libro, Aegon y Helaena tienen tres hijos, no dos. Los gemelos, Jaehaerys y Jaehaera, tienen seis años. Tienen un hermano menor, Maelor, que tiene dos. Cuando Sangre y Queso entran en la casa de Helaena y los niños, le dicen que son cobradores de deudas que vienen a vengar la muerte del príncipe Lucerys: un hijo por un hijo".
Martin ha continuado diciendo: "Sin embargo, como Helaena tiene dos hijos, le exigen que elija cuál debe morir. Ella se resiste y ofrece su propia vida en su lugar, pero los asesinos insisten en que tiene que ser un hijo. Si no nombra a uno, matarán a los tres niños. Para salvar la vida de los gemelos, Helaena nombra a Maelor. Pero Sangre mata al niño mayor, Jaehaerys, en su lugar, mientras que Queso le dice al pequeño Maelor que su madre lo quería muerto. No está del todo claro si el niño tiene la edad suficiente para entender eso".
La ausencia de Maelor en la serie debilitó el impacto emocional de la escena, según el autor: "Sigo creyendo que la escena del libro es más fuerte. Los lectores tienen derecho a eso. Los dos asesinos son más crueles en el libro. Pensé que los actores que interpretaron a los asesinos en la serie eran excelentes... pero los personajes son más crueles, más duros y más aterradores en Fuego y Sangre".
Para concluir, Martin también anticipa que más cambios podrían generar problemas en futuras temporadas: "Y habrá mariposas más grandes y tóxicas por venir, si La Casa del Dragón sigue adelante con algunos de los cambios que se están contemplando para las temporadas 3 y 4".
En respuesta a estas críticas, HBO ha publicado un comunicado defendiendo las decisiones creativas del showrunner Ryan Condal y su equipo: "Hay pocos fans más grandes de George R.R. Martin y su libro Fuego y Sangre que el equipo creativo de La Casa del Dragón, tanto en producción como en HBO. Creemos que Ryan Condal y su equipo han hecho un trabajo extraordinario y que los millones de fans que la serie ha acumulado en sus dos primeras temporadas seguirán disfrutándola".
Esta situación refleja las tensiones inherentes entre la adaptación fiel de un libro y las necesidades narrativas del medio audiovisual, poniendo de relieve el desafío de mantener el equilibrio entre las expectativas de los fans y las limitaciones del formato televisivo.
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