NÚMERO DE SERIE
HBO guarda para siempre los colmillos de 'True Blood'
'True Blood' no volverá a sacar los colmillos después de su séptima temporada. HBO ha decidido que la próxima tanda de capítulos sea la última. A pesar de que la ficción creada por Alan Ball se mantiene en unos más que buenos niveles de audiencia, la cadena de cable ha querido ponerle fin antes de que el desmadre argumental sea insostenible.
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El próximo año diremos adiós a una de las series que han contado con mayor fenómeno fan de los últimos años. 'True Blood' se despedirá con siete temporadas y nada menos que ochenta capítulos a sus espaldas. Lo cierto es que podría haber durado siete temporadas más, pero HBO ha querido dignificar una serie que desde la quinta temporada anda sin rumbo y, sobre todo, sin cosas que contar.
Si algo caracteriza a HBO es el buen trato que da a sus series y por no alargarlas más de lo necesario, como suelen hacer las networks. Después de ménades, brujas con ínfulas de medium, hadas vampiro y otras criaturas, era necesario poner freno a ‘True Blood’, que ha acumulado más excesos de los deseados.
La que fue una serie original y seductora ha llegado a ser un folletín hueco con demasiados puntos débiles y sobre todo con tramas que ya no tenían recorrido, como el triángulo entre Sookie, Bill y Eric, entre muchos ejemplos. Ahora tienen una oportunidad para cerrar definitivamente el futuro de la camarera más indecisa de Bon Temps.
A pesar de todo 'True Blood' se va con la sensación del deber cumplido. La audiencia de la serie, aunque haya bajado en las dos últimas temporadas, se ha mantenido en torno a los 4 millones de espectadores, una cifra récord para HBO y que actualmente sólo la supera 'Juego de Tronos'. Sus excelentes campañas promocionales y el físico de sus actores masculinos han hecho el resto para que las redes sociales le rindan tributo cada temporada.
Pero aunque queramos no podemos renegar de 'True Blood' y de lo mucho que nos ha entretenido a lo largo de siete años en los que, hay que decirlo, ha tenido momentos extraordinarios. En sus inicios, supo como pocas series presentarnos un imaginario propio y hacer al espectador partícipe de su juego.
La séptima y última temporada será, con toda probabilidad, la más loca de todas. Eso es, precisamente, lo bueno y lo malo de 'True Blood'. Y a estas alturas es mejor quedarse con lo bueno.
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