NÚMERO DE SERIE
'Killing Eve': más oscura, divertida y arriesgada en su segunda temporada
La persecución a muerte entre Eve, la agente del MI5, y la asesina Villanelle nos supo a poco. Máxima expectación para una segunda temporada con nuevos personajes y tramas, y una mayor dosis de humor negro.
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Si aún no has visto la primera temporada completa, te avisamos, este post contiene SPOILERS.
DÓNDE LO DEJAMOS
Tras una desasosegante persecución, la agente Eve Polastri (Sandra Oh) le asestaba una puñalada en el estómago a su némesis, la asesina en serie Villanelle. La dantesca escena tenía lugar en una cama en la que las dos mujeres habían flirteado para nuestra sorpresa, hasta que la hoja del cuchillo había puesto fin a la extraña fantasía. La reacción de incredulidad de Villanelle desarmaba a Eve, que, confusa, buscaba un trapo con el que taponar la herida que ella misma había provocado. En ese lapsus de tiempo, Villanelle se había hecho con un arma, disparando a su atacante para poder escapar.
Con este extraño intercambio de papeles, quedaba demostrado que estas dos mujeres, tan diferentes, pero tan similares en muchos aspectos, pasaban página y, con el anuncio de la segunda temporada, darían pie a una nueva relación. ¿Qué ocurriría a partir de ahora? ¿Podría sentir Villanelle cierta empatía hacía Eve o se sumiría en la más cruel de las venganzas? En cuanto a Eve, que había sido apartada del MI5, ¿volvería a casa junto a su marido como si no pasara nada o se obsesionaría con Villanelle de la que se sentía extrañamente atraída?
DUELO INTERPRETATIVO
Con solo ocho episodios, Phoebe Waller-Bridge –creadora también de otra imprescindible, Fleabag– se metió en el bolsillo a una audiencia ávida de historias atrevidas, con un original thriller de espías, inspirado libremente en las novelas de Luke Jennings. En Killing Eve asistimos, no sin cierta estupefacción, a un delirante tour de force entre dos actrices que defienden a dos de los personajes más ambiguos de la parrilla, mujeres brutalmente honestas, cuya obsesión por la otra las hace involucrarse en situaciones rocambolescas.
La agente Polastri, una británica criada en EE UU, es una mujer aburrida hasta de sí misma. Parece como si necesitara una chispa de emoción para dejarse quemar entera. Eve desconoce cómo funciona de verdad el MI5; en concreto, los tejemanejes que se trae su jefa, Carolyn, interpretada por Fiona Shaw. Tampoco es que sepa mucho la cruel Villanelle de la organización para la que ha estado cometiendo asesinatos por Europa. Es una asesina profesional, que ama su trabajo y a la que parece que le falte un tornillo. Tampoco es que Eve las tenga todas consigo. Los asesinatos se convierten en una extraña forma de coqueteo entre las dos, lo que las lleva a perseguirse, disfrutando ambas de un juego algo masoquista lleno de detalles retorcidos. Por estos papeles, Sandra Oh ha conseguido deshacerse de su icónico personaje de Anatomía de Grey, llevándose un Globo de Oro en la última edición de los premios y siendo nominada al Emmy. Sin embargo, Jodie Comer, que interpreta de forma brillante a la psicópata, ha sido ninguneada en todos los premios.
Y, AHORA, QUÉ
En la segunda temporada, las dos mujeres no pueden evitar pensar en la otra. El primer episodio comienza 30 segundos después del apuñalamiento. Villanelle ha conseguido escapar, mientras Eve también necesita salir del piso antes de ser descubierta. Ambas mujeres huyen: Villanelle con la necesidad de recuperarse de su herida; Eve, volviendo a casa junto a su marido. Las tramas de Villanelle dan más juego a la hora de ofrecer espectáculo (especialmente en el primer episodio), pues la asesina no deja de serlo y no podemos olvidar que 'Killing Eve' es, ante todo, una serie perversamente cómica y trufada de asesinatos.
Según Emerald Fennell, productora ejecutiva y nuevo jefa de guionistas, la segunda temporada desarrollará las consecuencias de ese cara a cara. Es un efecto dominó, pues Villanelle volverá a contactar con Eve y ésta recuperará su trabajo, aunque a su marido no le haga mucha gracia. Eve, que intenta olvidar el apuñalamiento, se encontrará con un dilema: hacer lo correcto o dejarse arrastrar de nuevo por esa oscuridad que tanto le tienta. La psicópata podría comenzar a comprender ciertas cosas y la mujer empática, a perder partes de sí misma. Jodie Comer comentó en una entrevista que se muestra orgullosa de que se explore la sexualidad desde otro punto de vista con Villanelle, asociada a la comunidad LGTB+: "Puedes tener esa fascinación por otra mujer".
LO MEJOR Y LO PEOR
La segunda temporada de Killing Eve sigue manteniéndose en dos pilares fundamentales: la interpretación magistral de ambas actrices y el fino engranaje para mantener activa la relación autodestructiva, las maneras en las que se encuentran y desencuentran. Más allá de que la serie haya revitalizado el género de espionaje, lo que propone es un reto al espectador, que sonríe ante las escenas más contradictorias y turbias, algo que puede dejar de sorprender y caer en la caricatura (esperemos que no). Lo cierto, es que en los dos primeros episodios, Killing Eve va un poco más allá, con momentos especialmente grotescos. Los creadores saben que el espectador busca saber más de Villanelle, de sus oscuras motivaciones, cómo es capaz de sonreír segundos antes de acabar con la vida de alguien que no se lo merece. Y, por eso, se centra en su peripecia vital tras el apuñalamiento, cómo consigue sobrevivir al ataque, solo con su astucia y mala leche.
Regresa también el lujo en el detalle. Si en la primera entrega Villanelle deslumbraba con un inapropiado vestido de tul rosa, ahora lo hará vestida con un pijama multicolor de niño. Villanelle es un animal salvaje, al que Eve ha conseguido acceder como nadie antes. La serie debería explorar cómo Villanelle se enfrenta a esas impenetrables emociones, y seguramente Eve haga autoexamen de lo que realmente quiere. Con el regreso de Eve al MI5 volverán las suspicacias, el no confiar en nadie. En el segundo episodio, conocemos a sus nuevos compañeros, entre ellos, uno bastante cotilla, y Villanelle contará con la ayuda (o no) de un extraño. Pero la gran sorpresa llega de otro enigmático personaje que pondrá en guardia a ambas mujeres (y que da pie a la trama principal de esta segunda temporada que no sólo se queda en la consabida persecución entre ambas). Si algo demuestra Killing Eve es que las ideas locas pueden funcionar. O como diría la propia Villanelle: "A veces, cuando amas a alguien puedes hacer cosas locas". Y está claro que Phoebe Waller-Bridge ama a sus personajes.
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