BETTY VE TELENOVELAS
Livia Brito, José Ron y otras razones para engancharte a 'La desalmada'
Hace unos días que ‘La desalmada’ ha llegado a las pantallas españolas y han sido suficientes para convertirla en el último gran fenómeno latino de la TDT después de haber triunfado en México y Estados Unidos. Y es que reúne todos los ingredientes necesarios e imprescindibles para captar la atención de la audiencia.
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'La desalmada' es una historia plagada de emociones universales como el amor, la pasión, el odio, la venganza, el dolor… Y, además, cuenta con un elenco plagado de algunas de las grandes estrellas de Televisa, encabezados por Livia Brito y José Ron, que vuelven a confirmar la conexión que ya demostraron en 'Muchacha italiana viene a casarse'.
El alma de Fernanda
Livia Brito ya dio muestra de su buen hacer como la Fiorella de 'Muchacha italiana viena a casarse' y como la Natalia de 'De que te quiero te quiero'. Ahora regresa con un personaje completamente distinto. Podría decirse que Fernanda es la versión más madura de sus predecesoras.
¿Por qué? Porque Fernanda arranca esta historia desde un mayor dolor y sufrimiento. Tenía todo en la vida para ser feliz. Estaba empezando una nueva etapa cargada de sueños e ilusiones. Pero en una sola noche todo saltó por los aires. Perdió al amor de su vida. Fue violada. Y casi pierde lo único que le quedaba: la vida.
Pero Fernanda es una superviviente. Superó esa noche aciaga y durante tres años fue templando su dolor, aunque sin olvidarlo ni por un instante. Es más, poco a poco, día a día, Fernanda transformó su dolor en un profundo odio porque, por mucho que ella hable de justicia, sus actos se aproximan bastante más a la venganza.
Fernanda no solo quiere descubrir a quién le arruinó la vida. Fernanda quiere arruinarle la vida a todos esos “individuos” que no dudaron en arrasar con todo con tal de conseguir su objetivo: unas hectáreas de tierra. Y esa tierra por la que lo perdió todo es su mejor pista. Ya tiene un hilo del que tirar, ahora solo queda esperar a que vaya desenredando la madeja hasta llegar al inicio del ovillo. Y ya veremos qué hace cuándo llegue a ese punto.
La independencia de Rafael
Y dudamos sobre cómo actuará en ese momento porque en su camino se ha cruzado un elemento que no había previsto: Rafael. Ahora mismo el personaje interpretado por José Ron no deja de ser un hombre algo molesto para Fernanda. Su primer encuentro fue bastante desafortunado y los siguientes tampoco han sido muy halagüeños. Fernanda está demasiado dolida aún. Sus heridas aún no han cicatrizado y no tolera que nadie, y menos un completo desconocido, siquiera la roce. Pero esa frialdad, lejos de frenar el interés de Rafael, no hace más que acelerarlo. Fernanda es completamente distinta a las mujeres con las que se ha relacionado Rafael hasta la fecha.
Rafael no lo va a tener fácil para acercarse a Fernanda. Ya se ha dado cuenta de que ella no es receptiva a ningún intento de aproximación y eso que aún no sabe que Rafael es el hijo de su mayor enemigo. ¿En qué momento lo descubrirá? ¿Antes o después de identificar a Octavio como su gran enemigo? ¿Será más fuerte el amor por Rafael o el odio por Octavio? ¿Cómo reaccionará Rafael cuando descubra las verdaderas mañas de su padre para progresar en los negocios?
Pero, aparte de su más que previsible relación con Fernanda, Rafael va a tener que enfrentar otros problemas. El primero será Isabela, que es poco probable que dé facilidades para la ruptura y menos ahora que Rafael es su salvación económica. El segundo será Octavio. Su padre está tan acostumbrado a que todos obedezcan sus órdenes antes incluso de pronunciarlas que no contaba con la autonomía e independencia de su hijo. ¿Cómo gestionará Rafael ambas problemáticas? ¿Será un hombre lo suficientemente maduro y valiente como para enfrentarlos a todos y a todo para defender sus decisiones o se plegará a los deseos de los demás?
Sea como sea que se desarrollen los acontecimientos, de lo que no hay duda es de que José Ron y Livia Brito no van a defraudar como protagonistas. Nos convencieron en aquel cuento de hadas que fue ‘Muchacha italiana viene a casarse’ y ahora sus primeros encuentros (aunque hayan sido más bien encontronazos) ya apuntan maneras de la química y el feeling que existe entre ellos.
La ambición de Octavio
Tanto para Fernanda como para Rafael, Octavio es su bestia negra. A Fernanda le destrozó la vida en una sola noche. A Rafael puede destrozársela si sigue pensando en sus intereses más que en los deseos de su hijo.
Porque Octavio es desde el primer minuto el gran villano de esta historia. Y tampoco se esfuerza demasiado en ocultarlo. No duda en presumir y jactarse de conseguir todo cuanto desea y hasta el momento parece que esa es su realidad. Quería casarse con Leticia y lo consiguió. Quería las tierras de Santiago y las consiguió. Quería arruinar a Germán y lo consiguió.
Ahora está por ver si esa “buena suerte” que le ha acompañado lo va a seguir impulsando hacia el éxito empresarial y personal porque han empezado a aparecer nuevas piedrecitas en el camino. La primera es Fernanda. Octavio es consciente que Fernanda sabe lo que sucedió y, aunque aún no tiene claro quién es ella en realidad, sí la identifica como una amenaza. La segunda es su propio hijo, que no parece dispuesto a seguir con el legado familiar, sino que ha cometido la osadía de hacer planes autónomos.
Y aún queda por ver cómo reaccionará al ver a la familia de Germán en su casa. Es más, será interesante comprobar cómo será su relación con Julia. Ya sabemos que ella era la mujer con la que se quería casar, pero la fortuna de Germán se interpuso entre ellos. Ahora que esa fortuna ya no existe, ¿existirá la posibilidad de que Octavio intente retomar sus intenciones con Julia? ¿Cambiará Julia de opinión ahora que su marido está en la ruina y Octavio es un hombre poderoso y de éxito?
Además, es interesante comprobar la evolución de los que fueron grandes galanes. El Alejandro de 'Rubí' (Eduardo Santamarina) es ahora el villano de la historia y el Diego de 'Cuando seas mía' es el padre de la tercera en discordia.
La incógnita de Isabela
Si los próximos pasos de Julia son una incógnita, los de su hija tampoco están muy claros. Parece más que decidida a casarse con Rafael. De hecho, ya tiene encargado el vestido de novia y suspira por viajar a Italia, cuna de grandes diseñadores. En Ciudad de México ese plan era perfecto, pero en Ichámal no está tan claro.
En primer lugar, en Ichámal está Rigoberto, que no parece muy convencido de ser el tercero en discordia en la sombra. Será un peón, pero no es idiota y no tiene intención de que lo dejen arrinconado a un lado como un par de zapatos usados. Lo curioso es que a Isabela no le es indiferente. Es más, casi podríamos asegurar que siente algo importante por él. Pero estamos ante el problema de siempre ante estas situaciones. ¿Cómo va a estar toda una señorita de buena familia y prestigioso apellido con un peón que se pasa el día rodeado de vacas?
Pase lo que pase con esta pareja, a los espectadores siempre nos fascinará que Kimberly dos Ramos y Gonzalo García Vivanco compartan escenas ¿O es que alguien ha podido olvidar la apasionada historia de Flavio e Irina en ‘Tierra de Reyes’?
Isabela, además, debe enfrentar la nueva situación familiar. Está acostumbrada a ser la señorita de la casa, a tener todo aquello que se le antoja, a ser respetada por ser “alguien” con apellido frente a los “don nadie”. Pero ahora todo eso puede cambiar. Ahora ha sido ella la que ha tenido que dejar su hacienda con un par de maletas. Ahora es ella la que no tiene saldo en su tarjeta de crédito. Ahora es ella la que tiene que vivir de invitada en casa de los vecinos. Ahora es ella la que va a tener que casarse, sí o sí, no solo con alguien “de su nivel”, sino con alguien que financie “su nivel de vida”.
Leticia y Juana, la calma en medio de la tempestad
Y en medio de todas las mentiras, intereses, ambiciones y odios hay dos personajes que intentan mantenerse al margen de todas esas intrigas. La primera es Leticia, la esposa de Octavio y madre de Rafael, que parece no darse cuenta de lo que sucede en su propia casa. Será interesante comprobar si podrá seguir conservando la serenidad, la calma y la dulzura cuando vaya descubriendo la verdadera cara de quienes le rodean. Por cierto, aunque Marlene Favela está magnífica en este personaje (otra actriz que ha pasado de indiscutible protagonista a madre de protagonista), sería interesante que Televisa cuidara más los detalles y no la convirtiera por obra y gracia del guion y del casting en madre de José Ron cuando apenas hay cuatro años de diferencia entre ellos.
Si Leticia parece vivir al margen de la realidad, Juana sí tiene claro el terreno que pisa. Sabe de los problemas de sacar adelante un rancho y conoce bien los peligros que esconde Ichámal. No dudó en tenderle la mano a Fernanda en su peor momento y ahora es, no solo una buena amiga y socia, sino también su mejor consejera. Juana es muy consciente del dolor de Fernanda, pero también sabe el peligro que conllevan sus intenciones. La ayuda todo cuanto puede y, sobre todo, la protege de sí misma.
Solo ha sido necesaria una semana para que el apacible pueblo de Ichámal se haya convertido en un polvorín. Los alegres sonidos de la fiesta de San Sebastián ocultan un sinfín de secretos que pugnan por salir a la luz. ¿Será el principio del fin de los amos y señores del pueblo? ¿Será el comienzo de la recuperación del alma de ‘La desalmada’?
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