NÚMERO DE SERIE
'Por mandato del cielo', Andrew Garfield investiga un macabro crimen en esta miniserie true crime
'Por mandato del cielo' es un nuevo true crime, basado en un bestseller, en el que se destapa el lado oscuro de una comunidad anclada en el pasado. Estas son las claves de la miniserie de Disney+ que se estrena este miércoles 27.
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'Por mandato del cielo' es la nueva miniserie protagonizada por Andrew Garfield para Disney+. La ficción se estrena el miércoles 27 y te contamos todo lo que debes saber.
Polémica adaptación literaria
La miniserie se basa en una polémica novela de Jon Krakauer, un periodista centrado en relatos sobre una de sus pasiones, el montañismo (como ‘Mal de altura’), especializado en contar experiencias reales llevadas al límite, como hizo en ‘Hacia rutas salvajes’ en 1996. El relato del joven Christopher McCandless, que decidió vender todas sus pertenencias y adentrarse solo en tierras de Alaska, fue adaptado por Sean Penn en 2007 para la pantalla grande, con Emile Hirsch como protagonista.
Esa búsqueda de una vida diferente, en contacto con la naturaleza y nómada, le llevaría en realidad a encontrar la muerte. Krakauer, instalado en el periodismo de investigación, decidió escribir en 2003 otra de estas historias reales llevadas al extremo, esta vez no físicamente sino espiritualmente. En ‘Obedeceré a Dios: El crimen que puso la fe a prueba’ (‘Under the Banner of Heaven: a Story of Violent Faith’) el escritor analiza los orígenes y actualidad de los mormones a través de una de sus familias más representativa, los Lafferty. Para ello, se basó en la historia real de un doble asesinato ocurrido en los años 80 en una pequeña comunidad y con el que pudo profundizar en sus creencias más radicales, llevadas a cabo por mormones fundamentalistas. En la miniserie de Disney+ se desgrana la investigación y se explica la evolución de los mormones a lo largo de siete episodios.
La serie: Andrew Garfield, el detective inventado
El creador de ‘Por mandato del cielo’ es Dustin Lance Black que ya había coincidido con Sean Penn como guionista en ‘Mi nombre es Harvey Milk’. Activista gay y mormón, fue productor y guionista de ‘Big Love’, donde ya demostró estar ampliamente familiarizado con familias fundamentalistas que practican la poligamia. En la miniserie la protagonista de ‘Normal People’ Daisy Edgar-Jones, interpreta a la aparentemente frágil Brenda. Aunque la trama arranca con su muerte (en Rockwell, pues se ha cambiado el pueblo real), son abundantes los flashbacks donde la actriz se luce de forma estupenda.
También Billy Howle, que encarna a su marido Allen, un mormón sospechoso inicial del crimen. Curiosamente el actor acaba de estrenar en España (en AMC) la miniserie ‘The Beast Must Die’, donde interpreta a un detective que releva a un colega masón. En ‘Por mandato del cielo’ el investigador que cubre el caso, Jeb Pyre, está interpretado por Andrew Garfield, en un personaje inventado para la adaptación, y que se convierte en el hilo conductor de la trama y aporta un punto de vista del creyente convencido. De esta forma, cuando Allen es acusado del asesinato de su mujer y de su hija, y niega su participación apuntando a sus propios hermanos, puede abrirse a esa persona que también profesa su propia religión. Y es así como el propio Jeb Pyre, padre de dos niñas para más inri y que en un principio se niega a creer que uno de los suyos haya hecho algo tan malvado basándose en sus creencias, pondrá a prueba su propia fe al descubrir el lado oscuro de una religión dogmática e inflexible. A su lado, resulta interesante la visión de su compañero, un detective de origen indio (Gil Birmingham), curtido en todo tipo de macabros crímenes en Las Vegas (personaje también ficcionado). El resto del reparto está lleno de caras conocidas, como Sam Worthington, Wyatt Russell, Chloe Pirrie o Rory Culkin, entre otros.
Ambiciosa, esta ficción se ramifica en tres historias que corren en paralelo: la pausada investigación del asesinato en sí con abundantes momentos de desazón del detective; los flashbacks sobre la llegada de Brenda a la encorsetada familia Lafferty y una mirada romántica al origen de los mormones,
con el fundador religioso Joseph Smith (que creó la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y publicó en 1830 El Libro de Mormón) y su visión de la vida a través del amor más puro junto a su esposa Emma. La miniserie encuentra sus puntos fuertes cuando se centra en los Lafferty, apodados los Kennedy de Utah, una familia poderosa, que cree ciegamente que han sido elegidos por Dios, compuesta por varios hermanos, con sus respectivas esposas y numerosos hijos, que comparte su día a día trabajando como abejas en una colmena, entre sonrisas pero siempre con la cabeza gacha (sobre todo, las mujeres). Es un relato frio y escalofriante pues habla de una comunidad anclada en el pasado, con pinceladas de esa América profunda que pocas veces se retrata en televisión, donde la violencia, la sumisión y el mesianismo están a la orden del día.
True crime: basado en hechos reales
Para aquellos que quieran saber qué pasó en realidad, aquí lo contamos, ya que la miniserie no narra qué ocurrió con los asesinos, por ejemplo.
El 24 de julio de 1984, la joven de 24 años Brenda Wright fue encontrada en su modesta casa en American Fork, en Utah, con la garganta cortada. En su cuna también descubrieron asesinada a su hija de 15 meses Erica a la que le habían rebanado la cabeza. El macabro crimen conmocionó a una comunidad habituada a la discreción y a una aparente normalidad. La investigación descubrió que los autores del crimen habían sido dos de los hermanos de Allen, el marido de Brenda, ya que la culpabilizaron de alejarle de ellos.
En realidad, los asesinos habían sido dos años antes excomulgados de la Iglesia a la que pertenecían. Por ello, se radicalizaron, se unieron a la Escuela de los Profetas, se dejaron barba (los mormones deben ir afeitados) y comenzaron a practicar la poligamia. Cuando Allen se negó a unirse a ellos, decidieron acabar con las vidas de aquellas personas que más importaban a su hermano. Los dos estaban realmente convencidos de que eran profetas de verdad y de que habían sido elegidos por mandato divino para acabar con todos aquellos que se interpusieran en su camino. Uno de los asesinos fue condenado a muerte, se intentó suicidar y falleció en 2019 por causas naturales en el corredor tras pasar 35 años entre rejas. El otro continúa en la actualidad cumpliendo cadena perpetua.
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