BETTY VE TELENOVELAS
Desde 'Mujer' a 'Mi hija: 5 estilos de padres de las series turcas en el Día del padre
Desde que el fenómeno turco llegó a España de la mano de Nova han sido muchas las mujeres que han conquistado a la audiencia. Pero, junto a ellas, hay otros personajes que también nos han emocionado, enternecido, divertido y, a veces, hasta enfadado. Son los diferentes estilos de padre que hemos ido conociendo en el universo de las series turcas desde Demir en 'Mi hija' hasta Sarp de 'Mujer'.
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Demir, todo por 'Mi hija'
Ahora mismo Demir (Buğra Gülsoy) es el ejemplo perfecto de padre modélico. La paternidad apareció en su vida por sorpresa y en formato de 8 años y, justo es decirlo, sus primeros pasos en este complejo camino no fueron demasiado halagüeños. El rol de padre parecía venirle demasiado grande.
Sin embargo, el tiempo ha venido a demostrar que el amor todo lo puede y el cariño y perseverancia de Öykü han conseguido convertir a Demir en lo que parecía imposible.
Ha encontrado un trabajo legal que se esfuerza por mantener. Ejerce como perfecto amo de casa para que su hogar sea el mejor refugio para su hija. Intenta espantar al príncipe para que no le robe ni medio minuto de atención de su princesa. Esconde las lágrimas detrás de una amplia sonrisa.
Ahora ha entrado en un momento crítico. A la preocupación por la frágil salud de Öykü se suma la presencia amenazante de Asu y Cemal.
¿Tendrá Demir la templanza suficiente para soportar toda la presión a la que está sometido? ¿Es la relación padre – hija lo suficientemente fuerte como para resistir los envites de una madre reaparecida con oscuras intenciones?
Sarp, el padre reaparecido
Si Demir ha tenido que aprender a ser padre de buenas a primeras, Sarp (Caner Cindoruk) tiene en 'Mujer' una segunda oportunidad para ejercer la paternidad.
La verdad es que Sarp es un personaje contradictorio. Es indudable que quiere con todo su corazón a Nisan y Doruk y es evidente que está haciendo todo cuanto está en su mano para recuperar el tiempo perdido.
Pero hay un detalle que oscurece su buen hacer como padre. Toda esa devoción paternal desaparece cuando se trata de Ali y Omer. Los gemelos son también sus hijos, pero en más de una ocasión parecen ser de Segunda División.
Sarp está ahora mismo en el momento de reconducir su vida. Se ha librado de la amenaza de Nesir y se ha reencontrado con la familia que creía muerta.
Sin embargo, esa buena noticia trae aparejados un buen número de problemas. Sarp debería evitar caer en la tentación de utilizar a sus hijos como instrumento de presión para provocar un acercamiento con Bahar. Ya ha demostrado que
empieza a comprender que las cosas han cambiado en su ausencia y ha tranquilizado a sus hijos respecto a su cariño hacia Arif.
Pero el gran reto de Sarp es integrarse en el modelo educativo que Bahar desarrolló en su ausencia. Bien fuera por necesidad o por convicción Bahar estableció unas pautas entre las que no figuraban furgonetas llenas de juguetes o cantidades industriales de chocolatinas. Sarp va a tener que navegar entre su ansiedad por compensar el tiempo perdido y la necesidad de decir “no” cuando corresponde.
¿Conseguirá Sarp normalizar la relación con todos sus hijos? ¿Logrará encontrar el equilibrio entre el padre consentidor y la figura de autoridad?
Agah, el patriarca de la mansión
En 'Ciudad Cruel', uno de los personajes clave es Agah (Fikret Kuşkan), el gran patriarca de la mansión Karaçay.
Agah no solo ha ejercido como dueño y señor de la mansión, sino que también ha tenido la tendencia de actuar como director de las vidas de cuantos viven bajo su techo. Lo conocimos cuando hacía un casting para esposa de su sobrino y, desde entonces, siempre ha intentado hacer aquello que consideraba más conveniente para las vidas de Cenk y Nedim. Eso sí, justo es reconocer que, a diferencia de Seniz, Agah siempre ha actuado pensando que hacía lo mejor para ellos.
Pero Agah tiene una habilidad innata para actuar a destiempo o en contra de lo que sería mejor. Agah quiere solucionar los problemas, pero el problema es que él nunca termina de ver cuáles son los problemas reales porque tiene un grave problema de falta de información. Agah tiene buena intención, pero va siempre un paso por detrás de las circunstancias.
Hace un tiempo que parece haber superado su miopía crónica, pero, aún así, sigue teniendo ante sí el inmenso reto de conseguir que Cenk y Nedim se den la mano en vez de llegar a las manos a la mínima oportunidad.
Riza, el padre de las tradiciones
Si Agah tiene problemas para saber qué pasa bajo su techo, a Riza (Metin Çekmez) de 'El secreto de Feriha', le pasa casi lo mismo. Y, salvando todas las diferencias, comparte con Agah su deseo de que su familia esté bien y lo hace desde el convencimiento absoluto de que su postura, su visión y su percepción de la felicidad es la correcta.
Además de ser el ejemplo perfecto de padre autoritario que considera que su palabra y voluntad son ley, Riza actúa en base a unos códigos que hace años que superaron su fecha de caducidad.
Si su actitud con Feriha provoca una indignación constante, el trato comparativo con Mehmet causa un enfado creciente.
Mehmet puede entrar y salir a su gusto sin dar mayores explicaciones, pero si Feriha se retrasa mínimamente tiene el teléfono colapsado de llamadas perdidas y su padre se planta a recogerla en la universidad como si fuera una niña de guardería y no una mujer hecha y derecha.
Mehmet roba un coche, lo estrella y provoca una deuda inasumible para la precaria economía doméstica y recibe una buena cantidad de malas caras. Feriha aparece con un teléfono nuevo y es castigada a no ir a la universidad renunciando así a su futuro.
Riza abandonó su pueblo en busca de un futuro mejor para su familia, pero sigue anclado en una visión retrógrada de la vida que sólo provoca infelicidad a los suyos.
¿Será capaz de tratar a sus hijos en igualdad de condiciones? ¿Abrirá la mente a los nuevos tiempos para dejar respirar a Feriha?
Hazar, padre por elección
En la lejana Mardin conocimos a Hazar (Serhat Tutumluer), que comparte con Riza el amor por las costumbres y la tradición. Sin embargo, ambos conceptos nunca han impedido a Hazar defender la felicidad de su hija.
Además, a Hazar hay que reconocerle el mérito de haber asumido con todas las consecuencias la paternidad de una niña que no era suya en un entorno donde algo así parece casi un sacrilegio.
Desde un punto de vista global, Hazar ha sido un buen padre. Ha querido y cuidado a Reyyan, aunque, también es cierto, en alguna ocasión le faltó cierto coraje para defender a su hija de la ira de Nasuh.
La entrada en escena de Miran provocó un terremoto en la relación entre padre e hija, pero lo más emocionante está por llegar. Sabemos de los desvelos de Hazar por proteger a Reyyan. Sabemos de la ternura de Hazar con Gül. Pero, ¿cómo será Hazar como padre de Miran? ¿Cómo se sentirá al saber que ha deseado tantas veces la muerte a su propio hijo?
Demir, Sarp, Riza, Agah y Hazar son padres muy diferentes, con diferentes formas de ver la vida y de concebir la educación de sus hijos. Pero hay algo que comparten. Todos ellos quieren, a su manera, a sus hijos.
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