NÚMERO DE SERIE
Las nueve peores series de 2013 y una mención especial
La lista de las peores series de 2013 podría ser el doble de larga que el ranking con lo mejor del año, por lo que hay mucho donde elegir para debatir sobre cuáles son las peores ficciones de 2013, un año que a pesar de todo deja mejores series que 2012. Las networks, como es habitual, se llevan la palma en cuanto a series desechables, aunque tampoco se escapa el cable.
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1.'Anatomía de Grey'. El bochorno de esta serie no tiene límites. Shonda Rhimes se resiste a finiquitar su serie más preciada, pero la audiencia ya ha hablado y prefiere, aunque por poca diferencia, seguir las andanzas de Olivia Pope en 'Scandal'. 'Anatomía de Grey' agoniza en un compendio de secuencias que resultan, en su mayoría, ridículas. Lo peor de todo es que tendremos 11ª temporada con seguridad. Bravo, Shonda.
2. 'Agents of S.H.I.E.L.D.'. Ha sido el globo sonda de la temporada. Una campaña de promoción muy bien diseñada, un piloto por todo lo alto y ahí se queda el que iba a ser el gran estreno de la temporada 2013/2014. No tardó ABC en renovarla por una primera temporada completa, pero tal y como está bajando de audiencia no sería muy extraño que no renovase por una segunda.
3. 'Devious Maids'. La versión 'low cost' de 'Mujeres Desesperadas' no habla muy bien de Marc Cherry, que ha escrito una serie para Lifetime en la que no hay absolutamente nada que dependa de la imaginación del espectador. Todo está tan mascado en esta telenovela serializada que ni siquiera sirve como 'guilty pleasure'. Aun así la serie ha sido un éxito más que aceptable y tendrá segunda temporada.
4. 'Glee'. La serie de Ryan Murphy ya no puede dar más de sí, ni sacándole todo el jugo a la trágica muerte de Cory Monteith (Finn en la serie). 'Glee' es el perfecto ejemplo de una serie que no debía haber durado más allá de la tercera temporada. Aunque ahora sea una mala copia de sí misma, las dos primeras temporadas dieron una lección que a muchos les cuesta reconocer. Una pena que de aquello no quede nada.
5. 'Hostages'. Toni Collette estará abochornada si se ha visto en uno de los capítulos que protagoniza en este "thriller" de la CBS. La familia de la cirujana del presidente de los Estados Unidos está secuestrada por un malo malísimo (Dylan McDermott). Y en vez de crear tensión, te da la risa; es lo único que consigue esta serie centrada en los gestos y muecas de la actriz protagonista. De todos modos, merece la pena ver el primer episodio, aunque sea para reírte de principio a fin.
6. 'Ravenswood'. El absurdo 'spin-off' de 'Pretty Little Liars' no tiene ni pies ni cabeza y está tan mal planteado que ni los más acérrimos de la serie original puede tragarse este despropósito. La realización es absolutamente penosa y los actores ni siquiera saben estar a la altura de una serie que pretende ser de misterio.
7. 'Dracula'. ¿Para esta serie vuelve Jonathan Rhys Meyers a la televisión? Desde luego podría haber dejado que le recordásemos por 'The Tudors'. La serie, de NBC, no tiene ni un solo detalle al que agarrarse. Todo falla, desde la ambientación (más cutre imposible) a los actores (Rhys Mayers parece que puede abandonar el set para ir irse a rehabilitación en cualquier momento). Ni lo intentéis.
8. 'The Americans'. No es la opinión mayoritaria, pero la serie de FX tiene unas pretensiones que no cumple ni de lejos. Es una versión muy floja de lo que podría ser una serie de espías y nos parece imposible que Keri Russell pueda interpretar algún papel que no nos recuerde a 'Felicity'. 'The Americans' no es mala es, directamente, aburrida.
9. 'The Crazy Ones'. David E. Kelly lleva bastantes años de capa caída. El que fuese creador de exitazos como 'Ally McBeal' o 'The Practice' es hoy el guionista de series tan simplonas como 'Monday Mornings' o su último proyecto, 'The Crazy Ones', que a pesar de contar con Robin Williams no consigue enganchar. Está claro que Sarah Michelle Gellar, la otra protagonista, tampoco ayuda.
10. 'Homeland'. Hace dos años la inclusión de 'Homeland' en esta lista hubiese sido un delito, pero ahora es más que comprensible. A pesar del necesario final de la tercera temporada, la serie se ha visto en un callejón sin salida del que ha salido demasiado tarde. Técnicamente no es una de las peores series del año pero sí ha sido muchísimo peor que sus temporadas anteriores. En la cuarta temporada se lo juega todo.
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