BETTY VE TELENOVELAS

Onur Tuna, el nuevo galán turco que te seduce por partida doble en 'Pecado original' y en 'Doctor Alí'

Onur Tuna se ha convertido en las últimas semanas en el galán turco de moda en nuestro país y en Atresmedia podemos disfrutar de su imponente presencia escénica y de su talento interpretativo de lunes a domingo en 'Pecado original' y 'Doctor Alí'.

Avance del próximo capítulo de ‘Pecado Original’: Alihan, muy enfadado por la cita que han tenido Zeynep y Cem

Publicidad

Engin Akyürek abrió la puerta a la llegada de actores turcos a España con su papel de Kerim en 'Fatmagül' y tras él llegaron otros nombres que pasaron de ser grandes desconocidos a auténticos protagonistas de nuestro star system televisivo. Ahora, a los nombres de Caner Cindoruk, Birkan Sokullu, Kaan Urgancıoğlu o Akin Akınözü se suma el de Onur Tuna.

En esta ocasión, además, la audiencia está de enhorabuena porque tiene la oportunidad de disfrutar de su trabajo todos los días de la semana. Las tardes de lunes a viernes es Alihan Taşdemir en 'Pecado original' en Antena 3 y los fines de semana se convierte en Ferman Eryiğit en 'Doctor Alí'en Nova.

Ambos personajes comparten muchas más características que el rostro de este actor turco, pero, al mismo tiempo, son también muchos los matices que los separan.

Situaciones sentimentales complicadas

La primera gran diferencia entre Alihan y Ferman es su situación sentimental. A pesar de algunos contratiempos, Ferman tiene una relación bastante sólida y estable con Beliz, pero Alihan vive un tormentoso romance con Zeynep.

De hecho, es precisamente la forma de gestionar sus sentimientos lo que ha provocado cierta relación de amor-odio de la audiencia con Alihan. Hemos sido testigos de su mejor cara, la del príncipe azul que hace todo lo posible por enamorar a su princesa. Pero también nos hemos enfurecido por la frialdad con la que fue capaz de tratarla. Y, al mismo tiempo, nos enterneció cuando comprendimos que su decisión de alejarse de Zeynep era consecuencia de su mayor miedo.

Zeynep y Alihan: una historia llena de idas y venidas… ¿Tendrán un final feliz?

Porque, a través de su dolor, comprendimos que el gran problema de Alihan no es que tuviera alergia a compromiso, sino que tenía miedo al engaño, al abandono, al desamor, a la desilusión. Si no hay compromiso, no hay posibilidad de traición. Podría decirse que Alihan prefirió ponerse la tirita antes de sufrir la herida y echó a Zeynep de su vida antes de que se diera la posibilidad de que ella lo lastimase.

En una de sus muchas discusiones Zeynep acusó a Alihan de estar muy seguro de sí mismo, pero, en realidad, tardó mucho en estar seguro de dar el paso definitivo hacia la felicidad. Es más, tuvo que hacer acto de presencia otro miedo para que reaccionara y abandonara su actitud intransigente.

¿Qué miedo puede ser más poderoso que el miedo que sentía Alihan a ser traicionado? El miedo a perder la oportunidad de ser feliz. El miedo a perder a la mujer que lo hacía feliz.

¿Hubiera reaccionado Alihan si Cem no hubiera entrado en escena? Tal vez, pero lo cierto es que fue el desencadenante de emociones que nunca antes habíamos visto y que probablemente nunca antes había sentido y que podían resumirse en una palabra: celos.

Es posible que en su actitud hubiese una parte de orgullo herido, pero tampoco podemos negar que puso todo de su parte para hacerse perdonar por una Zeynep que durante mucho tiempo pareció contagiada de la intransigencia de su pretendiente. Pero… ¿quién puede culparla por desconfiar? ¿Quién no dudaría si cada paso de Alihan le provocaba o decepción o dolor?

Ahora mismo la pareja está en lo que podría considerarse una merecida luna de miel. Han puesto todas las cartas bocarriba y han tomado la decisión de cogerse de la mano y avanzar juntos hacia el futuro.

La ternura y el carácter de Zeynep han conseguido derribar el muro que había construido Alihan a su alrededor y la constancia y determinación de Alihan han conseguido anular la desconfianza que sentía Zeynep.

En este momento, el miedo lo tenemos los espectadores, que queremos verlos así de felices, de contentos, de ilusionados, pero que tememos las consecuencias de la soberbia clasista de Zerrin y la ira desmesurada de Hira. La primera parece no querer entender que su hermano es un hombre hecho y derecho que puede tomar sus propias decisiones. La segunda parece no querer entender que un par de citas en las que, como diría Luis Miguel, no hubo promesas ni juramentos, no le da derecho de recriminar ni reprochar absolutamente nada.

Se da la curiosidad de que en la actualidad tanto Alihan como Ferman están felices y enamorados de sus parejas tras superar sus respectivas crisis. ¿Conseguirán mantener esa estabilidad? ¿Surgirán nuevos conflictos que provoquen nuevas rupturas?

Brillantes profesionales

Ambos personajes comparten también que son exitosos y brillantes profesionales. Alihan es un reconocido empresario y Ferman es un reputado doctor, pero hay que reconocer que si en el caso del primero su faceta personal capta nuestra atención cada tarde, el personaje que Onur Tuna interpreta en 'Doctor Alí' nos cautiva en su rol más profesional.

De hecho, muchas de las actitudes de Ferman nos recuerdan a Alihan, aunque también es verdad que cuanto más lo conocemos vamos descubriendo al hombre que se esconde debajo de la bata blanca de médico.

Ferman da la cara delante de todos para evitar que Alí sea expulsado del hospital

A Ferman lo aborrecimos en los primeros tiempos porque fue extremadamente duro y hasta cruel con Alí. Desde el minuto uno rechazó toda posibilidad de que pudiera llegar a ser un buen médico e hizo todo cuanto pudo para hacerle abandonar su sueño de ser cirujano. ¿Cómo olvidar aquella lapidaria frase de que lo único que aprenderá de él es que nunca será cirujano? ¿Cómo olvidar sus gritos a su subordinado en pleno pasillo?

Sin embargo, ¿Cómo olvidar también sus elogios a sus rápidos y certeros diagnósticos? ¿Cómo olvidar su sincera preocupación y sus esfuerzos para que Alí superara sus crisis?

Además, ahora que conocemos la pesada carga emocional y familiar que arrastra, comprendemos sus recelos hacia Alí. Ferman no intentaba desanimarlo por desconfianza o por discriminación. Es más, Ferman fue consciente desde el primer momento que Alí Vefa podría ser un médico brillante porque, a pesar de su inexperiencia, es capaz de realizar los mismos razonamientos y llegar a las mismas conclusiones que él mismo.

El objetivo de Ferman era protegerlo de un mundo que puede ser muy cruel con alguien tan especial como Alí.

Como el propio Ferman dijo en alguna ocasión, Alí tiene que esforzarse muchísimo más que los demás para adaptarse, pero está demostrando la suficiente fuerza de voluntad para no rendirse y asumir cada día nuevos retos. Y Ferman es muy consciente de ello.

De hecho, ha decidido rectificar su actitud y convertirse en mentor de Alí. Lo interesante es que ha dicho por activa y por pasiva que su relación será meramente profesional, pero cada vez es más personal. Por mucho que Ferman se pase el día gritando por los pasillos 'Alí, vamos', Alí, ven', 'Alí, hazlo' o incluso 'Alí, cállate', también es el primero en acudir cuando el joven residente necesita ayuda.

Irrumpió como un vendaval en la reunión de la junta directiva que pretendía despedirlo. Se llevó más de un puñetazo de los impresentables que agredieron a Alí. Rebuscó en todos los escondrijos del hospital el bisturí perdido.

Ferman dice que no quiere ser ni la niñera ni el hermano de Alí sin darse cuenta de que está actuando justo como lo que Alí necesita: un maestro, un ejemplo a imitar, un compañero y un amigo. Alí no necesita que lo lleven de la manita como dicen Tanju y Kivilcim. Alí necesita que lo guíen, que lo aconsejen y que le expliquen aquello que no entiende. Y eso es lo que intenta Ferman y el resto de sus compañeros que, a su vez, también tienen que aprender cómo guiar, aconsejar y explicar a Alí.

En definitiva, si el romance de Alihan y Zeynep es una de las claves en 'Pecado original', en 'Doctor Alí' la relación entre Ferman y su subordinado resulta fascinante por su evolución, por su conexión y por la emoción que transmiten. Tardaremos mucho tiempo en olvidar la escena en la que Alí supera su gran miedo al contacto físico abrazando a Ferman porque "lo necesitaba". Tardaremos mucho en olvidar la catarsis emocional de Ferman contándole a Alí el gran secreto que tanto oculta y que tanto le atormenta.

Capacidad de conexión

De hecho, analizando el trabajo de Onur Tuna podemos decir que una de las claves de su éxito es su capacidad para conectar tanto con la audiencia como con sus compañeros de pantalla.

Tanto en el caso de Alihan como en el de Ferman cuando mira a cámara somos capaces de saber perfectamente si está furioso, si está dolido, si está emocionado o si está feliz.

La sonrisa de Alihan puede ser la del hombre enamorado que no puede apartar la vista de la mujer que ama, la del hombre frío e intransigente que está a punto de lanzar el más hiriente de los comentarios o la del hombre seguro de sí mismo que sabe que va a salirse con la suya.

La mirada de Ferman puede ser la del superior orgulloso del buen hacer de sus subordinados, la del médico enfadado por un comentario fuera de lugar o la del hombre preocupado por el bienestar de quienes lo rodean.

Y esa conexión de Onur Tuna con la audiencia es extensible a la que transmite con sus compañeros de reparto. Sus escenas con Sevda Erginci casi pueden calificarse como hipnóticas porque estén enamorados o enfadados, estén felices o tristes, estén celebrando o discutiendo nos creemos sinceramente que estamos ante una pareja que intenta gestionar su relación lo mejor que saben o pueden.

Y lo mismo puede decirse cuando comparte pantalla con Tanner hagdjahds. Si los diálogos ya tienen una carga emocional importante, sus gestos y miradas tienen un magnetismo muy especial. Con una mirada Ferman es capaz de demostrar su profunda admiración por Alí o el enfado que precede al grito. Y Taner Ölmez responde con la sonrisa inocente de quien se siente completamente feliz por haber hecho bien su trabajo o la cabeza gacha de quien recibe un reproche.

Nosotros, como espectadores, solo podemos sentirnos felices de poder disfrutar de los dos grandes personajes que interpreta Onur Tuna y así de lunes a viernes no nos supondría ningún problema quedarnos encerrados en un ascensor con Alihan y los fines de semana no nos importaría tener que hacer una visita de urgencia al hospital para ser atendidos por el doctor Ferman.

Y, desde luego, nos seguiremos sentando ante nuestras pantallas para seguir descubriendo más facetas de estos dos personajes que, seguro, siguen sorprendiéndonos al igual que ha hecho Onur Tuna, que se ha ganado nuestra confianza para entrar cada tarde en nuestras casas.

ObjetivoTV» Series

Publicidad