BETTY VE TELENOVELAS
De Pars a Sevgi, las muertes que más nos han dolido en 2023
En 2023 hemos vivido grandes momentos en nuestras series turcas favoritas, pero también ha habido situaciones que nos han causado un gran dolor, como es el caso de la muerte de algunos personajes clave.
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Desde que las series turcas llegaron a nuestra vida nos hemos tenido que acostumbrar a que, cada cierto tiempo, los guionistas nos den un disgusto haciendo desaparecer a alguno de nuestros personajes favoritos. Y 2023 no ha sido una excepción. Han sido muchas las ocasiones en las que hemos llorado al tener que despedirnos de personajes que, a su manera, lograron llegar a nuestro corazón.
Pars, una muerte injusta
Nuestro primer contacto con Secretos de familia fue precisamente un duelo. Casi lo primero que hicimos fue ir al entierro de Inci, la hermana de Ceylin. Este año han sido varios los crímenes que ha investigado nuestro equipo jurídico-policial favorito, pero, sin duda, el que más nos ha impactado ha sido el de Pars.
Si somos sinceros, hemos tenido una relación complicada con el personaje que interpreta Mehmet Yılmaz Ak. Hubo momentos en que nos resultaba profundamente antipático por su actitud distante y un tanto soberbia con respecto a Ilgaz, Ceylin y Eren.
Sin embargo, fueron momentos puntuales y pronto descubrimos que Pars era un miembro más de ese equipo profesional y eficiente que lucha contra las injusticias.
Además, en los últimos tiempos Pars había superado el dolor por la muerte de su hermana y había recuperada la ilusión gracias a su relación con Derya.
Por eso nos ha resultado especialmente dura su despedida. Porque estaba en su mejor momento profesional y personal. Y, además, su muerte fue excesivamente cruel. ¿Podremos olvidar algún día la expresión de Ilgaz y Eren al reconocer la mano de su amigo? ¿Podremos olvidar algún día el dolor de Derya al encontrar el cadáver en su propio jardín?
De hecho, en los últimos acontecimientos que hemos vivido hemos echado mucho de menos a Pars porque estamos seguros de que si él siguiera ejerciendo ejemplarmente su función en el juzgado nos hubiéramos ahorrado muchos disgustos.
Sevgi, una muerte por ambición
Si en Secretos de familia los crímenes son una constante, en Hermanos lo son las desgracias. Hemos ido tantas veces al hospital con los Eren que ya hemos perdido la cuenta. Generalmente las visitas a urgencias se solucionan rápidamente, pero algunas veces no ha sido así.
Es lo que pasó con la abuela Sevgi, un personaje que se hizo querer a base de querer, cuidar y proteger a los hermanos Eren. Su llegada fue un poco curiosa. Era una mujer desorientada que parecía sentirse muy cómoda viviendo en el gallinero.
Después descubrimos la verdad. En realidad, era la abuela paterna de Ömer y su objetivo era enmendar el grave error que cometió en el pasado al alejar a Suzan de Ahmet. Y lo cierto es que puso todo de su parte para conseguirlo. Les dio cobijo en una de sus mansiones, pero la buena de Sevgi no contó con el detalle de que su familia no heredó sus genes familiares y solidarios.
Si ya fue cruel echar a los hermanos a la calle en plena noche y no tiene ninguna justificación permitir que una anciana viva en el gallinero, la línea roja de los desatinos la cruzó Sevval cuando encerró a Sevgi en un sótano inmundo con el único objetivo de asegurarse una cuenta corriente perfectamente saneada para ella y para sus hijos.
Por eso la muerte de Sevgi fue tan dura. Por las circunstancias en las que se produjo y sobre todo por la intención que había detrás de su maltrato. Afortunadamente el karma a veces también funciona en esta serie y, aunque Ömer ha tenido que pasar ya alguna noche al raso, Sevval también tiene que acostumbrarse a contar las liras que tiene en el bolsillo.
Leyla, un adiós que es un hola
En Hermanos también lloramos la muerte de Leyla después de su discusión con Süsen. Lo cierto es que la hermana de Tolga era casi una recién llegada cuando la despedimos, pero en ese poco tiempo se había ganado un hueco en nuestro corazón.
Demostró ser la mejor influencia para su hermano, que dejó de ser un psicópata para convertirse en un compañero leal y solidario. Demostró ser la mejor amiga para Ömer, aunque ella aspirase a ser algo más.
Siempre nos quedará la duda de si le hubiera contado a Ömer lo que pasó con Kadir o si su relación con el mayor de los Eren iría a más. Lo que sí tenemos claro es que en este caso su muerte tuvo una consecuencia positiva. Su corazón late ahora en el pequeño cuerpo de Bahar, que, además, se ha convertido en el mejor bálsamo para Tolga a la hora de superar la pérdida de su hermana.
Adil, el padre de todos
Cuando ves una serie ambientada en un hospital, sabes que, antes o después, habrá una secuencia de dolor, de tristeza, de despedida. Sin embargo, en Doctor Alí, la muerte de Adil nos golpeó con una fuerza inusitada.
Ya habíamos perdido a Kıvılcım de una forma bastante traumática, pero nada es comparable al dolor que nos causó la muerte de Adil. No solo porque era un personaje clave que comprendía a todos sus compañeros y estaba siempre dispuesto para ayudarlos, aconsejarlos y acompañarlos. ¿Habría sido Alí médico sin el apoyo de Adil? No. ¿Habría sido capaz Beliz de gestionar el hospital sin Adil? No. ¿Habría sido Ferman capaz de apaciguar su temperamento para ser aún mejor médico? No.
Adil era un poco el padre de todos los personajes y por eso su muerte repercutió en todos ellos. Han pasado varios meses, pero aún recordamos al imponente Ferman sentado en el suelo bañado en lágrimas como si fuera un niño pequeño. Aún recordamos el grito desgarrador de Selvi, la mirada perdida de Açelya o el rostro desencajado de Beliz.
Pero, sobre todo, recordamos a Alí teniendo un último gesto de cariño abrazando a su mentor, aunque solo fuera en su imaginación en la soledad del quirófano.
Adil nos dejó, pero su ejemplo y sus enseñanzas siguieron muy presentes y todos sus pupilos consiguieron ser no solo grandes profesionales, sino también personas muy felices.
Hurrem, la sultana de sultanas
A la sultana Hürrem hubo muchos momentos en los que la odiamos; en bastantes, la admiramos, y, en algunos, la compadecimos. Fue un personaje tan complejo como fascinante. Si Soliman era el gran sultán que gobernaba con mano de hierro el imperio otomano, Hürrem era la esclava, convertida en sultana, que manejaba con indiscutible maestría todos los hilos del palacio y el harén.
De hecho, Solimán podía saber perfectamente qué sucedía en una batalla en la otra punta del imperio, pero podía no enterarse de lo que pasaba en la habitación de al lado del harén, sobre todo, si su mujer estaba implicada.
Por eso, su desaparición se hizo notar tanto en la serie. Estábamos acostumbrados a que Hürrem agitase el avispero a su antojo y conveniencia. Se enfrentó a su suegra y ganó. Se enfrentó a la favorita Mahidevran y ganó. Se enfrentó al gran visir y ganó. Se enfrentó al heredero y ganó.
Solo hubo dos batallas que perdió. La de la salud. Ser la gran sultana no inmuniza frente a la enfermedad. La de la familia. Por más que lo intentó no fue capaz de mantener unidos a sus hijos. ¿Por qué? Porque el trono del imperio es un premio demasiado jugoso como para pararse a pensar en los hermanos. Y, además, porque Hürrem fue también el mejor ejemplo para sus nueras.
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