NÚMERO DE SERIE
La segunda temporada de 'Girls' se queda muy por debajo de la primera
Ha concluido la segunda temporada de 'Girls' (HBO). Y aunque la audiencia no tiene por qué ser sinónimo de calidad, la Season Finale anotó 630.000 espectadores, lejos del millón que consiguió el año pasado. La serie creada, dirigida, escrita e interpretada por Lena Dunham sigue siendo una de las apuestas de ficción más arriesgadas e interesantes del momento, pero ha perdido el toque original con el que nos ganó en la primera temporada.

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Los últimos cinco minutos de la segunda temporada de 'Girls' son extraordinarios, nadie lo pone en duda. Pero por su brillante final no se puede juzgar una temporada que, en muchos aspectos, ha estado por debajo del gran nivel de la primera. Hemos tenido capítulos geniales como "It's a Shame About Ray", "One Man's Trash" o "Video Games" pero también episodios con altibajos, con falta de ritmo y sobre todo una sensación de caos, de desorden en las tramas.
'Girls' ha aportado mucho a la televisión, y no como una versión 2.0 de 'Sexo en Nueva York' como algunos se apresuran a señalar, sino como una serie que retrata las aspiraciones de una generación marcada por la falta de motivación, el desastre emocional y las nuevas tecnologías. Y en eso 'Girls' ha sido pionera.
El problema ha llegado cuando han decidido que Hannah, en una temporada de diez capítulos, le dé tiempo a tener relaciones sexuales/sentimentales con Adam y cuatro chicos más. La misma situación para contarle al espectador lo que ya sabe. No era necesario liar a Hannah con todos los chicos que se encuentra por el camino y no por razones morales, sino porque ha sobrado. En cambio la disfrutamos más cuando tiene soliloquios al estilo del mensaje que le deja a Jessa en el contestador (un momento brillante).
Marnie ha vuelto con Charlie, algo que estaba claro desde el principio y que ha sido una trama muy desaprovechada, salvo por la evolución profesional del ex novio de Marnie, muy acertada. Jessa vuelve a ser la gran desaparecida, ese personaje episódico que pasa por la serie de una forma mucho más discreta de lo que su gran personaje podría dar de sí. El embarazo y posterior maternidad de Jemima Kirke ha perjudicado a su personaje.
Shoshanna debería tener más presencia, lo sabe Lena Dunham y lo sabemos todos los espectadores. Es un grandísimo personaje, con frases y momentos que han provocado toda una ola de vídeos en Youtube. ¿Por qué reducirla a un papel tan secundario?
Adam repite como uno de los personajes masculinos mejor escritos para la pequeña pantalla. La vuelta de tuerca que se le ha dado a su papel en la relación con Hannah ha sido muy interesante. Pero en este caso también ha estado desaprovechado.
El exceso de Hannah durante la segunda temporada ha saturado la estructura de la serie, que se ha hecho más débil y más aburrida para el espectador, que ve lo mismo y una y otra vez. La serie que el año pasado fue precursora hoy es una serie muy buena, pero lejos de la calidad que llegó a tener en sus primeros diez capítulos.
En 2014 (o puede que antes) tendremos tercera temporada, con dos episodios más de los diez habituales. Veremos entonces lo que Lena Dunham nos trae. Puede ser peor sí, pero también puede ser mucho mejor. Sorpréndenos Lena.
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