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'The Killing': un buen y merecido final

Después de cuatro temporadas y dos cancelaciones, hemos podido decir adiós de forma definitiva a ‘The Killing’, una serie que nació en AMC y que ha emitido su último episodio desde la plataforma Netflix. Hubiese sido un despropósito que una serie más que digna se hubiese quedado sin un final adecuado que pusiera fin a la historia de Linden y Holder. Finalmente, los fans hemos tenido suerte y hemos podido despedir a ‘The Killing’ como se merecía.

-'The Killing': un buen y merecido final

'The Killing': un buen y merecido finalFUNES VO

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La tercera temporada terminó en alto, con Sara Linden asesinando a Skinner, su antigua pareja y también asesino confeso del caso de las menores de edad que ocupó todo el arco de la temporada. Estaba claro, por lo tanto, que la cuarta temporada iba a centrarse, casi en exclusiva, en cómo Linden, con Holder de cómplice, iba a hacer frente a una situación tan devastadora.

El caso de la cuarta temporada ha servido para complementar la situación emocional de Linden tras haber cometido ella misma un crimen: un adolescente acaba con su adinerada familia al completo. Al principio la detective no quiere creer en su culpabilidad hasta que los hechos le hacen ver las cosas como son.

Era impensable que Linden, con un fuerte sentido de la justicia y del deber, no terminase confesando un crimen que intenta encubrir durante toda la temporada final. Finalmente, cuando resuelve el caso acaba confesándolo todo, aunque sin consecuencias penales por motivos políticos.

Holder, su fiel compañero, también vive su propio vaivén emocional. Por un lado, su pareja se queda embarazada y está a punto de ser padre y por otro, se imagina a sí mismo en la cárcel por encubrir a Linden. Su incapacidad para traicionar a su compañera es lo que le provoca una angustia tan tremenda que vuelve a recaer en su hasta ahora recuperada adicción. Los dos viven condenados a entenderse en este peculiar viaje final, atrayéndose y odiándose a partes iguales.

La última escena de la serie supone el respiro para una serie oscura y gris que baja hasta lo más retorcido del ser humano. Los dos protagonistas se reencuentran tras el paso de unos cuantos años, en el que ninguno de los dos ejerce de detective. Se intuye, aunque no se muestra, el inicio de una relación amorosa entre ambos (que hubiese sido digna de una temporada más).

Una serie incómoda
Desde el principio hemos visto que ‘The Killing’ se ha metido de lleno en temas incómodos: la inevitable liberación sexual de los adolescentes, el abuso sexual y físico a los menores de edad, el descuido maternal de una madre hacia su hijo, la pérdida de la inocencia… Temas que se han mezclado en los casos y en la vida personal de los detectives, dos de los mejores personajes de series criminales que hayamos visto en la pequeña pantalla.

No ha sido una serie perfecta, pero ‘The Killing’ ha sabido superar sus propios errores y terminar su discurso narrativo con un final de altura. Los dos grandes actores protagonistas, han ayudado muchísimo a que ubiquemos ‘The Killing’ en un lugar mucho mejor del que hubiera estado si no hubiese tenido una necesaria temporada final.

 

 

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