‘The Office’: se despide la mítica serie de la gran cosecha 2004/2005

En 2005 NBC estrenó una serie basada en su homóloga británica. Se trataba de ‘The Office’, una curiosa ficción rodada a modo de mockumentary. Consistía, desde luego, en una apuesta arriesgada y que en poco o nada se parecía a las comedias tradicionales preferidas por los americanos, más acostumbrados a sitcoms facilonas con risas enlatadas. Tan sólo seis capítulos, estrenados en el tramo final de la midseason, componían la primera temporada. Era necesario probar y ver el resultado.

Nadie se esperaba que una temporada de 6 capítulos y rodada a modo de falso documental iba a sorprender, y tanto, a la exigente audiencia norteamericana. Fue suficiente para que NBC decidiera renovarla por una segunda temporada completa. La serie que empezó a estrenarse los martes, siguió en los miércoles y también en jueves (su ubicación final) ha estado fielmente apoyada por un selecto grupo de audiencia: pocos espectadores totales pero con un target excelente.

De este modo, la serie ha contado con la especial protección de NBC, que además le ha dado muchas alegrías en forma de nominación a los Emmy y Globos de Oro. Tras nueve temporadas y 201 capítulos después la serie se ha despedido con un final que ha gustado a los fans y que ha contado además con el regreso de Steve Carell, el carismático protagonista que abandonó la serie al final de la séptima temporada. Fue entonces cuando se produjo el mayor bache creativo en la serie, del que se ha recuperado notablemente en la novena temporada.

No podía faltan el gran actor que durante tantos años interpretó a Michael Scott y en el capítulo final regresa para regalo de los fans. Un detalle que se agradece mucho cuando llevas 9 años viendo una serie semana a semana. Apenas queda testimonio de la gran temporada 2004/2005, de la que ‘Anatomía de Grey’ es la única sobreviviente. ‘The Office’ deja un hueco muy difícil de llenar. Es una comedia que llegó, arriesgó y ganó.