EPISODIO LOS DOMINGOS
Todos los secretos que queremos descubrir de 'Secretos de familia', el nuevo fenómeno turco de Antena 3
'Secretos de familia' ('Yargı') arranca con el misterio de un asesinato sin resolver, pero detrás de ese crimen hay muchos otros secretos que, sin duda, merecen ser descubiertos cada domingo en Antena 3.
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Cuando se produce un asesinato hay elementos que siempre aparecen en escena: la víctima, el sospechoso, el abogado defensor, el representante de la Fiscalía, la policía. Todo eso lo conocemos ya en el primer capítulo de 'Secretos de familia', aunque en esta ocasión, además de estar vinculados por ese trágico suceso por sus respectivas responsabilidades profesionales, también lo van a estar por sus relaciones personales.
El misterio del cadáver en la maleta
Lo primero que se suele llevar a cabo en una investigación, una vez que se descubre el cadáver, es identificar a la víctima. En este caso, sin embargo, hemos tenido que esperar a los últimos segundos del capítulo para conocer su identidad. Y ese hecho, además de dejarnos literalmente boquiabiertos, ya nos lleva a algunas conclusiones.
La primera, que ‘Secretos de familia’ es una serie donde todo es susceptible de dar un giro de 180 grados en un nanosegundo y que todo lo que dábamos por seguro durante media hora puede convertirse en una duda existencial en cuestión de segundos. Aquí nada puede darse por sentado.
La segunda conclusión a la que llegamos, que además también deriva de la anterior, es que los roles también son cambiantes. Durante todo el capítulo asistimos al nacimiento de una fuerte alianza entre el fiscal Ilgaz y la abogada Ceylin, pero después de las últimas palabras que escuchamos en este primer capítulo, tal vez hayamos sido testigos de una breve relación contractual. Y lo que parecía ser la combinación perfecta entre la perspectiva de un fiscal sobre qué preguntas hacer y la perspicacia de una abogada sobre qué preguntas esquivar pase a ocupar lados opuestos en la sala de vistas de un juzgado.
¿Seguirá Ceylin con la defensa de Çinar? ¿Seguirá confiando Ilgaz en ella?
Pero, al margen de esta cuestión, hay otros factores de los que no podemos apartar el foco aunque la identificación del cadáver nos haya sacudido como un terremoto. ¿Por qué acabó la víctima en una maleta dentro de un contenedor de basura? Si es quien parece ser, ¿quién ha estado utilizando su teléfono? ¿Quién es el asesino? ¿La mató realmente Çinar? Si no fue él, ¿por qué lo apuntan todas las pruebas que se van descubriendo? ¿Hay alguien que intenta incriminarlo?
Ilgaz, el fiscal incorruptible
Aunque encontrar las respuestas a todas estas preguntas corresponde a la policía, hay otras personas que también están no solo muy pendientes de la investigación oficial, sino que también intenta descubrir nuevas evidencias por su cuenta. Es el caso de Ilgaz (Kaan Urgancıoğlu), que ocupa la complicada posición de hermano del principal sospechoso del crimen y respetable fiscal encargado de las primeras diligencias del suceso.
Sin duda, esta situación ha dejado en shock a Ilgaz, que debe tomar complicadísimas decisiones en cuestión de segundos. Desde el principio nos queda claro que es un fiscal honrado, riguroso, firme defensor de la ley y las normas. No le tembló el pulso en mandar al calabozo a una abogada que quiso pasarse de lista con él, pero ¿será tan estricto cuando el futuro de su hermano está en juego? De hecho su coraza de fiscal incorruptible ya tiene su primera grieta. Decidió “pasar por alto” la mala praxis de Ceylin para contratarla por considerarla la mejor opción para el peor caso.
Ha habido varios momentos en los que ha tenido que decidir si actuaba como el hermano mayor que defiende a su hermano pequeño o como el fiscal que juró hacer cumplir la ley. Por ahora, su profesionalidad le ha ganado a su emotividad. Se ha enfadado cuando Ceylin eliminó posibles agravantes y ha rechazado ocultar importantes evidencias. Pero, ¿seguirá manteniendo esa postura si la investigación sigue sumando pruebas contra su hermano?
Además, Ilgaz también teme que su propia situación sentimental afecte al caso. El fiscal responsable es el hermano de su ex novia y, por lo poco que sabemos, la ruptura no parece haber sido de mutuo acuerdo y la ex prometida está bastante afectada. ¿Será imparcial el fiscal o se dejará llevar por la rabia que siente por el dolor de su hermana?
Y, cambiando un poco de tercio, ¿por qué se habrá roto esa relación? ¿Qué otros secretos nos quedan por conocer de Ilgaz? Sabemos que es un buen profesional. Sabemos que es un buen hermano. Sabemos que es un buen hijo. ¿Es tan perfecto como parece? ¿Qué es lo que no sabemos de él? ¿Lo que no sabemos hará que lo admiremos o que lo rechacemos?
Ceylin, una abogada con recursos
Si para Ilgaz este crimen ha sido un cataclismo, para Ceylin (Pınar Deniz) no es menos. Cuando estaba a punto de perder su licencia de abogada, este caso supone su salvación y, además, puede ser determinante en su carrera. Y curiosamente ha sido contratada por el mismo fiscal que la envió al calabozo, lo cual, aunque pueda parecer contradictorio, también nos muestra parte de la personalidad de Ilgaz: es inteligente, hábil, astuto y pragmático.
Es evidente que Ilgaz no comparte la metodología de trabajo de Ceylin, pero sabe que, dadas las circunstancias, su hermano necesita un abogado que actúe tal y como lo hace ella, es decir, que haga todo cuanto esté en su mano para demostrar su inocencia o, en caso de ser culpable, reducir todo lo posible la condena por su delito.
Y Ceylin no solo tiene las agallas necesarias, sino que también cuenta con esa inteligencia ágil que la hace reaccionar rápido y de forma efectiva, aunque sus métodos hagan que siempre esté sobre un alambre con grave riesgo de caída.
A veces, le sale bien. A veces, le sale mal. Pero lo que es evidente es que pone todo de su parte para ayudar a su cliente. Y eso es justo lo que necesita Çinar porque absolutamente todo está en su contra.
Ahora la duda está en saber cómo reaccionará después de conocer la identidad de la víctima. Hasta ahora, se ha involucrado profesionalmente en el caso, pero ¿cómo actuará cuando tenga repercusiones en su vida?
Y, por otro lado, cómo evolucionará su relación con Ilgaz. Por ahora son compañeros de batalla judicial, pero ¿surgirá algo más?
Çinar, ¿culpable o inocente?
Probablemente esa sea la pregunta que todos nos hemos hecho varias veces a lo largo de este primer capítulo. Çinar niega ser culpable y hay algo que nos empuja a creerle. ¿Tiene la sangre tan fría como para asesinar a una mujer, meterla dentro de una maleta y tirarla a un contenedor? Tal vez, pero, desde luego, no lo aparenta.
Pero tampoco podemos pasar por alto las pruebas. Todo apunta a Çinar. Si nosotros fuéramos fiscales o policías, sin duda también lo señalaríamos como principal sospechoso y casi daríamos por cerrado el caso. La suma de las evidencias es arrolladora: tarjeta de crédito junto al cadáver, sin coartada, sus huellas en un billete que tenía la víctima, una chaqueta ensangrentada en el coche… Todo está meridianamente claro. Demasiado claro. Demasiado fácil. Demasiado rápido.
Por eso no descartamos tomar otro camino, Ese que nos hace dudar de todo, ese que nos hace pensar que todo está resultando demasiado perfecto, ese que nos hace sospechar de la facilidad con la que se están desarrollando los acontecimientos para que Çinar acabe en un calabozo. Ese camino nos lleva a muchas otras preguntas y donde una es atronadora aunque nadie la haya planteado todavía.
¿Por qué? ¿Qué relación tenía Çinar con la víctima? ¿Por qué iba a matarla? ¿Fue un accidente y no supo cómo reaccionar? ¿Por qué no recurrió a su padre o a su hermano para que lo ayudaran?
Si no fue Çinar, ¿por qué todo lo acusa a él? ¿Quién querría incriminarle? ¿Acaso podría ser una venganza contra Ilgaz o Metin por alguno de sus casos y han utilizado a Çinar como eslabón más débil para atacarlos?
Unas familias con secretos
Pero al margen del crimen, hay otros secretos que también han captado nuestra atención y están en las dos familias que hemos conocido.
En el caso de los Kaya, los hemos conocido en uno de los peores momentos de su vida (el otro probablemente fuera la muerte de la madre de familia) y hay cosas que nos intrigan. Ilgaz quiere creer que su hermano es inocente e intenta buscar una explicación al reguero de evidencias que van en dirección contraria, pero, sin embargo, Metin parece convencido de la culpabilidad de su hijo. Es más, hay momentos en que parece más preocupado por las repercusiones que el caso vaya a tener en su honor y su expediente que en la delicada situación procesal y personal en la que está su hijo. ¿Por qué es falta de confianza en Çinar? ¿Por qué cree ciegamente en el mayor y duda sistemáticamente del pequeño? ¿Por qué ya ha condenado a Çinar?
En cuanto a los Erguvan, están a punto de conocer una noticia devastadora, pero, incluso antes de saber lo que ha pasado, también tienen sus propios problemas y Ceylin solo ha necesitado un par de arañazos en el cuello de su cuñado para descubrirlo.
Ya sabemos cómo han enfrentado los Kaya el crimen de la maleta, ¿cómo lo harán los Erguvan? ¿Se unirán y afianzarán como familia o habrá discrepancias?¿Ha sido una trágica coincidencia lo que ha unido a las dos familias o hay algo más que aún no sabemos?
Por lo tanto, tenemos como punto de partida un crimen con todos los interrogantes que un hecho delictivo conlleva de por sí, pero, además, tenemos a dos familias con sus respectivos secretos y unas relaciones incipientes cuyo desarrollo es del todo incierto.
Así pues, ahora mismo, al igual que Ilgaz y Ceylin, tenemos muchas más preguntas que respuestas. Es evidente que ellos van a seguir indagando para llegar a la verdad. Veremos si juntos o separados. Pero, lo que está claro es que van a contar con todo nuestro apoyo para descubrir no solo todos los secretos que esconde este crimen, sino también los que ocultan sus respectivas familias. Y, de paso, también indagaremos en aquello que ellos mismos nos ocultan.
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