CONOCIDA DESDE NIÑA
La vida de Lily Collins fuera de Emily en París: una relación tóxica, padeció anorexia y sus problemas con su padre famoso
Repasamos la vida de la actriz que triunfa con Emily en París, la serie de Netflix de la que podremos ver nuevos episodios este mes de agosto.
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La popularidad de Lily Collins se disparó desde que se estrenó en Netflix la serie Emily en París en la que interpreta a la protagonista, una pizpireta (o irritante, según se mire) chica del Medio Oeste norteamericano que se muda a la capital francesa para trabajar como community manager en la industria de la moda y, entretanto, encuentra el amor en varias ocasiones. Sin embargo, la vida de Collins no siempre ha sido tan idílica como al de su personaje y, aunque es una nepo-baby, tiene a sus espaldas una larga carrera en el cine y la televisión. ¿Su primer secreto? No es una norteamericana en París como Emily, ya que aunque tiene doble nacionalidad por sus padres, ella en realidad nació en Guildform, en el Reino Unido, aunque, eso sí, se crio desde pequeña en California.
Hija de un famoso y actriz desde niña
Lily Collins es hija del famosísimo músico Phil Collins (el del grupo Genesis, pero también por su carrera en solitario con hits como One More Night, In the Air Tonight o la BSO de Tarzán) y aunque ahora se llevan bien, durante años la relación fue tensa. Phil se separó de la madre de Lily cuando esta tenía solo siete años y madre e hija se mudaron a Los Ángeles, mientras que el músico no se preocupaba mucho por ver a su hija: en vez de llamarla, le mandaba faxes. Sin embargo, hoy día Lily le ha perdonado, tal y como expresaba en sus memorias (Unfiltered: No Shame, No Regrets, Just Me): "Te perdono por no estar siempre allí cuando te necesitaba y por no ser el padre que esperaba. Perdono los errores que cometiste".
De su madre, la también actriz Jill Tavelman, fue de quien heredó la profesión. La primer aparición televisiva de Lily Collins fue solo con dos años, en una serie de BBC titulada Growing Pains (el mismo título que la norteamericana Los problemas crecen, pero es una serie diferente). Después, cuando se mudaron a EEUU, hizo sus pinitos como actriz mientras estudiaba (fue a Harvard-Westlake School y a la Universidad del Sur de California, donde hizo periodismo), apareciendo en un par de episodios de Sensación de vivir: la nueva generación en 2009 y haciendo su debut cinematográfico ese mismo año con The Blind Side: Un sueño posible, donde era la hija de Sandra Bullock.
Más tarde le llegarían otras oportunidades como Mirror Mirror, donde encarnaba a Blancanieves con Julia Roberts como su malvada madrastra, Cazadores de sombras: Ciudad de hueso o la comedia romántica La excepción a la regla por la que consiguió una nominación al Globo de Oro, además de encarnar a Fantine en la versión de Les Misérables que hizo BBC en forma de miniserie y aparecer en cintas como Okja, Tolkien o Mank. Desde luego, llegó con currículum a Emily en París.
Lily Collins padeció anorexia
En 2017, Lily Collins protagonizó la película de Netflix Hasta los huesos, donde interpretaba a una chica con anorexia. Era un papel que le tocaba muy de cerca, pues tal y como contó ella misma en sus memorias padeció ese trastorno de la alimentación desde los 16 años y hasta pasados los 20. El instituto, su carrera como modelo y los castings como actriz pasaron de ser un divertimento a un foco de presión y le pasaron factura.
Así lo narraba ella: "Empecé a pasar hambre, a hacer ejercicio de forma obsesiva y me volví adicta a las pastillas para adelgazar y los laxantes. No podía manejar el dolor y la confusión respecto al divorcio de mi padre y me costaba mucho tener un equilibrio entre ser una adolescente e intentar tener dos carreras de persona adulta, ambas elegidas por mí misma, pero que en gran medida tenían que ver con mi físico". Afortunadamente, superó su problema de salud mental. "Solía pensar que la salud tenía que ver con la imagen de lo que consideraba perfecto, pero ahora sé que la salud es sentirme fuerte".
Superó una relación tóxica
En la actualidad, Lily Collins está felizmente casada con el director y guionista Charlie McDowell, con quien tuvo un flechazo a primera vista y empezó una relación en 2019, para pasar por el altar un par de años después. Pero antes de su final de cuento, hubo otros baches en el camino. Entre sus relaciones mediáticas, se rumoreó que estuvo con Nick Jonas, Chris Evan o Zac Efron, con quien trabajó en la película Extremadamente cruel, malvado y perverso en la que él daba vida al asesino en serie Ted Bundy.
Sin embargo, la joven actriz tuvo otra relación que le marcó para mal, aunque no ha contado quién fue ese novio tóxico del que habla en sus memorias. También lo contó en la revista Glamour: "Fue todo el tiempo era shh, shh [mandándola callar]. Si tenía una opinión, era shh, si hablaba un poco porque algo me apasionaba, era shh. Resultaba muy confuso para mí porque me hacía sentir muy pequeña y muy insignificante. Ni siquiera me escuchaba, era un shh automático. Eso se me quedó grabado". Ahora, en cambio, asegura tener una relación sentimental mucho más sana.
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