NÚMERO DE SERIE
'Years and Years', una pesadilla distópica tan real que da miedo
¿'Black Mirror'? Esta excepcional serie británica sí que da miedo. En lo tecnológico: implantes de móviles en la piel, reivindicar ser transhumano o el uso de robots sexuales. En lo político: España es país de refugiados ucranianos, y Emma Thompson, una peligrosa líder cuya locura se contagia.
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LA SERIE QUE PROVOCA ANSIEDAD
La serie de seis episodios comenzó a emitirse el 14 de mayo en la cadena BBC y llegó a HBO el 22. Pronto'Years and Years' se convirtió en un fenómeno boca oreja. Lo propició, entre otros motivos, el estreno el 5 de junio de la desigual quinta temporada de Black Mirror. En 'Years and Years' los cambios tecnológicos, políticos y sociales se contextualizan lo que provoca un mayor pánico en el espectador. Creada por Russenn T. Davies, la serie sigue la vida de los Lyon, una familia de Manchester a lo largo de 15 años desde 2019.
Desde un punto de vista actual que reconocemos, se van sucediendo tramas a cada cual más desconcertante, consecuencias de los cambios convulsos que se ven venir pero ante los que la población no hace nada. Lo que, aparentemente, parece el día a día de una familia británica de clase media, se transforma en una radiografía de la sociedad británica (y mundial) expuesta a una insólita transformación que provoca el desconcierto.
El realismo costumbrista se mezcla con la ciencia-ficción, pero en vez de preguntarnos si habrá robots domésticos (como haríamos en 'Black Mirror') eliminamos los interrogantes y lo aseguramos: habrá robots domésticos (y también sexuales). La situación política de Ucrania da pie al caos inicial, no sabemos si llegaremos hasta ahí, pero se barrunta un futuro cercano muy parecido al mundo caótico que vaticina la serie.
El espectador se ve reflejado en estas personas normales, con sus problemas cotidianos, pero que se ven enfrentados a unos cambios extraordinarios para los que en la mayoría de los casos no están preparados. Es muy fácil empatizar con su confusión, sentir su angustia, compartir la desazón y vernos igualmente desarmados ante la catástrofe. ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? lo cantaban Polansky y el Ardor en los años 80. Trasládalo a 'Years and Years', presagio del mismo espanto. Ante la que se avecina, 'Years and Years' avisa, da las claves de lo que se podría hacer para evitarlo, pero hay que actuar ya. De ahí que la serie cree esa inusitada y extraordinaria ansiedad.
DESHUMANIZAR LA POLÍTICA
Cada vez que aparece Emma Thompson eclipsa al personal. Su primera intervención como política fuera de sus cabales atrae la atención. No me esperaba que en pleno debate electoral su personaje, la controvertida Vivienne 'Viv' Rook, soltase ese "me pueden comer el coño" en su doblaje en español. Desde ese momento, 'Years and Years' me interesó. Pero había mucho más. Fuera convencionalismos, lo políticamente correcto no la representa. Viv está cansada de discutir problemas que no le afectan (cree) como el problema palestino. Hay que mirar al lado, al barrio, olvídate de los demás, céntrate en tu egoísmo. Esta empresaria reconvertida en política recuerda a Donald Trump obviamente. Pero en el mundo de 'Years and Years' ya existe Donald Trump. Si creíamos que la política era aburrida, Viv la insufla de espectáculo.
Todo nos aterra, somos algoritmos a los que se puede manipular con las fake news, los ataques del ISIS o los sinsentidos del presidente. Trump vuelve a ganar las elecciones en 2020 y desde aquí todo se precipita. Viv se postula, pero le costará hacerse escuchar, eso sí, cuando lo haga no habrá nada ni nadie que la pare. En 2024, China construye una isla artificial que en realidad es una base militar y los refugiados ucranianos forman parte de la conversación, ya que un gobierno militar respaldado por Rusia se hace cargo del país.
Uno de ellos, Viktor (Maxim Baldry) se enamorará de Daniel (Russell Tovey), lo que acarreará todo tipo de obstáculos sociales para su convivencia (sólo la España socialista parece ser un lugar seguro para los refugiados). Junto a Daniel, sus otros tres hermanos. Stephen (Rory Kinnear, 'Black Mirror'), que vive en Londres con su mujer y sus dos hijas; Edith (Jessica Hynes), activista política, y Rosie (Ruth Madeley), madre soltera que va en silla de ruedas. El nacimiento de su hijo en el primer episodio da pie a pensar qué le deparará el futuro a ese niño. Junto a ellos la abuela Muriel (Anne Reid) de 92 años que vive sola y suele reunir a su familia siempre que puede, aunque la norma sea contactar a través de Skype. Lo analógico y lo digital en permanente enfrentamiento.
FUTURO DISTÓPICO
La visión tecnológica del creador de Years and Years se basa en investigaciones de vanguardia que adelantan cómo serán los próximos 15 años que relata la serie. Se habla del transhumanismo. Bethany, la hija de Stephen, aspira a ser digital, no humana; a descargarse en la nube para vivir para siempre (algo que comienza cuando se implanta el móvil en la piel). La teoría, explicada por el neurocientifico Randal Koene, entre otros, habla de fusión con la tecnología aunque a día de hoy resulta impensable. Se cuestiona si la intolerancia al gluten es en realidad intolerancia a los fructanos. También se habla del alcohol sintético que no provoca resaca, algo que ya es un prototipo (llamado Alcarelle), aunque en la serie el licor japonés no funcione como ellos creen.
Otra opción que inventan es la hamburguesa cultivada en laboratorio, que existirá desde 2021 según la empresa Mark Post. En realidad, según varios estudios la producción de este tipo de alimento perjudicará más al medioambiente a la larga. Otra opción supuestamente ecológica de la serie es la hidrólisis alcalina como alternativa a la cremación. Lo cierto es que disolver el cuerpo del fallecido también es posible en la actualidad. En cuanto a la medicina, la serie explica, por ejemplo, cómo la malformación espinal que dejó en silla de ruedas de Rosie ya se puede curar. Desde 2002 se realizan operaciones quirúrgicas en el útero mínimamente invasivas. Rosie duda de estos "arreglos" al afirmar que si se comienza a operar a la gente dónde están los límites, si uno quiere ser más alto o más bajo, etc.
Otro personaje es infectado por un rasguño, algo que podría producirse si nuestras baterías resisten cada vez más los antibióticos. En cuanto al ataque nuclear en la ficción, uno de los miedos más recurrentes (solo hay que ver las consecuencias radioactivas de Chernóbil o Hiroshima), dicen los expertos que es poco probable que se produzca. Al menos, la realidad que conocemos nos da cierto respiro, aunque 'Years and Years' nos mantenga en alerta todo el tiempo, creando, paradójicamente, una adictiva sensación de malestar. En efecto, hay que estar preparado para esta interesantísima serie, una de las sorpresas del año.
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