BETTY VE TELENOVELAS
Yekta, ¿cómo ha pasado de villano oficial a tierno abuelo en Secretos de familia?
A estas alturas todos sabemos que en Secretos de familia todo es susceptible de cambiar en un minuto y buen ejemplo de eso es el personaje de Yekta, que ha pasado de ser el villano oficial de la serie a un tierno abuelito.
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Si algo hemos aprendido viendo series turcas es que el nivel de drama y el número de tragedias siempre se pueden incrementar exponencialmente y que cualquier personaje es susceptible de sufrir una transformación radical para mal o para bien.
Un buen ejemplo de uno de esos cambios es el personaje de Yekta, en Secretos de familia, a quien conocimos como unabogado sin escrúpulos al que detestábamos cada vez que aparecía en pantalla, y que ahora es un tierno abuelito que pone todos sus esfuerzos en ayudar a la familia Kaya Erguvan y allegados.
De tal palo, tal astilla
Si nos remontamos a los inicios de esta historia, recordaremos a un Yekta soberbio, engreído, prepotente y egocéntrico que se consideraba por encima del bien y del mal. Y prueba de todo ello era su actitud con su hijo, Engin. Lo trataba con tal displicencia que hubo momentos en que hasta nos dio pena y comprendimos perfectamente que buscase cobijo en el calor de hogar de los Erguvan y en la sincera amistad de Ceylin.
Claro, nos dio pena hasta que descubrimos que el apocado Engin era el asesino de Inci. Curiosamente fue en ese momento de mayor apuro de Engin cuando más cerca estuvo de su padre. Eso sí, esa cooperación no era producto de un sentimiento paternal, sino de la necesidad de proteger la reputación del insigne abogado.
Sin embargo, Yekta cometió el error de subestimar a su hijo y este se vengó poniendo a Ilgaz y Ceylin sobre la pista de uno de los grandes y oscuros secretos del "abogado".
El ave fénix
Precisamente fueron Ilgaz y Ceylin, a quienes Yekta trató de destruir de todas las formas posibles, los que lograron poner al todopoderoso abogado contra las cuerdas. Sus investigaciones dejaron en evidencia su dudosa honorabilidad y Yekta terminó con sus huesos en un cuchitril oscuro, húmedo y mugriento. Y, encima, se vio obligado a utilizar el transporte público.
Sinceramente, en aquellos tiempos no nos suponía ningún problema ver a Yekta vagando por las calles como alma en pena. Ni tampoco teníamos ningún remordimiento al ver su depresión. De hecho, nos sentíamos muy satisfechos de que el karma hubiera hecho su trabajo.
Sin embargo, cometimos un error. Nos confiamos. Creímos que Yekta había tocado tanto fondo que le sería imposible remontar el vuelo, pero nos equivocamos.
Yekta Tilman tiene la agilidad de movimientos de un gato y también sus siete vidas. Supo encontrar el cliente adecuado, es decir, uno con mucho dinero y tan pocos escrúpulos como él. Y así logró un doble objetivo: reabrir un bufete con su nombre en la placa y volver a ser el mayor dolor de cabeza del matrimonio Kaya Erguvan.
Y, además, logró embaucar nuevamente a Laçin. A ella, que tanto la aplaudimos cuando se empoderó y lo echó de su vida, volvió a engatusar apelando al punto débil de su ex mujer: la compasión. Laçin no iba a permitir que el que fuera su marido muriera solo y le abrió de nuevo las puertas de su vida.
Un hombre de familia
Pero, a pesar de todos sus múltiples defectos, hubo un momento en el que Yekta llegó a sorprendernos. En uno de los peores momentos en la vida de Ceylin, Yekta le tendió la mano y no ha vuelto a soltársela.
Cuando Ceylin fue acusada de asesinar a su propio marido, Yekta desplegó todas sus habilidades legales para ayudarla. Fue un auténtico punto de inflexión porque esa actitud también permitió limar gran parte de sus asperezas con Eren.
Desde entonces Yekta es uno más de la familia Kaya Erguvan. De hecho, en otro de los grandes dramas de Ceylin (la desaparición de Merçan), Yekta también hizo acto de presencia y movió todos sus hilos, influencias y contactos para localizar a la pequeña. Es más, incluso llegó a emocionarse tanto como nosotros cuando vio a la familia reunida nuevamente. Y, por supuesto, no podemos olvidar que fue capaz de olvidarse de su propia seguridad para poner a salvo a la niña cuando un asesino en serie se coló en su bufete.
Sin embargo, al igual que se dice que los viejos rockeros nunca mueren, en el caso de Yekta, algunas viejas costumbres son difíciles de olvidar. Se involucró con Kadir provocando una nueva crisis en la familia, estafó a uno de sus clientes, intentó engañar a Laçin con la película sobre su libro y mantiene un intenso enfrentamiento con la nueva fiscal.
Del asunto de Kadir consiguió salir bastante airoso e incluso nos regaló alguno de los momentos más surrealistas de la serie como fue la comida familiar con un cadáver escondido debajo de la mesa. Pero, los otros temas están resultando más complejos. La estafa con la indemnización del hospital puede costarle su licencia como abogado, Laçin lo dejó vestido y plantado en plena boda e Iclal no parece ser de las que dejan los asuntos a medias.
Dicho todo esto en este punto, Yekta sigue siendo una incógnita constante. ¿Cuál es el verdadero Yekta? ¿El que juega con una niña en pleno secuestro a punta de pistola o el que hace tratos con un peligroso delincuente? ¿El abogado que se esfuerza por demostrar la inocencia de sus clientes o el que recurre a métodos poco ortodoxos para hacerse con la victoria?
Sea como fuere, Yekta es uno de esos personajes con una personalidad tan apabullante e interesante que siempre nos mantiene atentos y en tensión. Por mucho que creamos conocerlo, es absolutamente impredecible porque cuando peor van las cosas, él muestra su mejor cara y, al mismo tiempo, cuando la situación está relativamente tranquila y calmada (si eso es posible en esta serie), él vuelve a hacer alguna jugada que nos recuerda quién es Yekta Tilman.
Así pues, sea como un astuto y tramposo abogado; como un fiel y leal amigo; como un tierno y cariñoso abuelo, Yekta es, sin duda, uno de los personajes clave en Secretos de familia.
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