LA MUJER DEL PROGRAMADOR
Cuando Alberto Chicote y Javier Bardem compartieron vestuario jugando a rugby
Alberto Chicote se prepara para dar un año más las Campanadas de fin de año desde la Puerta del Sol para Antena 3 junto a Cristina Pedroche. Muy cerquita estarán Cristina Pardo e Iñaki López, que harán lo propio para laSexta. Los cuatro estarán engalanados con sus mejores ropas, pero para abrir boca los cuatro presentadores se han sometido a una sesión de fotografías ataviados con un pijama. Más glamourosos estarán el día 31 de diciembre, pero Chicote, que se define como un "cocinero de esos que le corre el aceite de oliva por las venas, que cocina más con las tripas que con la cabeza y que se come la vida a bocados de placer", hubo un día que se encontraba más cómodo con una camiseta de rugby, afición que compartía con el mismísimo Javier Bardem: "Coincidí con él en la selección de Madrid. Creo recordar que Javier jugaba en Cisneros. Luego jugó en la selección española, pero yo no. Él era pilier, jugaba de '3', se ponía a mi derecha. Lo pasamos… Me acuerdo mucho de él, pero no nos hemos vuelto a ver", recordaba el chef en Marca.
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Pero Chicote aparcó el deporte de contacto y su afición al tiro con arco y por un amor: la cocina. Dice que se enamoró de esta disciplina el primer día que pisó la Escuela de Hostelería Casa de Campo de Madrid, desde donde saltaría a restaurantes de Madrid, Vigo, Málaga o Suiza. Después se haría un nombre en la gastronomía española liderando el equipo de cocina del Nodo y del Pan de Lujo, exponentes de la cocina fusión que tantas alegrías le dio al presentador de televisión antes de poner en pie el Yakitoro, que con un inconfundible aliño español le dio una exitosa vuelta a las tabernas japonesas, y el Puertalsol, su penúltima aventura.
Y decimos penúltima porque Chicote triunfa en la pequeña pantalla con varios proyectos, aunque éstos no le han cambiado porque según él siempre ha vivido de los datos de audiencia: "Llevo viviendo con los datos de audiencia desde que empecé a trabajar en esto, porque en el restaurante tenemos el libro de reservas, que es la audiencia. Cuando llega el sábado y tienes dos mesas de dos y una de cuatro, tu share te está diciendo que algo pasa. En la tele ocurre más o menos lo mismo. El error, creo yo, está en igualar que tu trabajo guste con que esté bien hecho. Hay restaurantes en los que se cocina de maravilla, pero que no tienen la afluencia que deberían. Todos conocemos alguno. Con la tele pasa igual: hay formatos que son fantásticos y, por algún motivo, no alcanzan el share que les haría falta para mantenerse en el tiempo. Una cosa es la crítica y otra cosa es el público".
Chicote, amante de la tortilla con cebolla y hecho un figurín tras llevar con éxito una dieta, sigue con los pies en el suelo pese a que sus números han cambiado: "Antes daba de comer a 40 personas y ahora a 3 millones". El cocinero madrileño sonó en su juventud con ser bombero, pero su padre le recomendó que eligiese algo que "tuviera salida". Y no hay nada más español y con más salida en la piel de toro que la cocina: "Somos un pueblo que vivimos alrededor de una mesa. Las cosas buenas las celebramos en una mesa. Nos interesa la comida, la cocina y ahora la alimentación". Y la alimentación le interesa cada día más, sin descuidar el mundo de la moda con sus particulares chaquetillas. Su colección empezó casi por casualidad, ya que la Comunidad de Madrid propuso fusionar en un libro a diseñadores y cocineros, y a él le tocó Ágatha Ruiz de la Prada, que tuvo la idea de hacerle una a medida, primera de las decenas que tiene y que mostró con orgullo en el marco del Gastrofestival 2015.
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