El día que la televisión le cambió la vida a Jalis de la Serna

Dice Jalis que le encanta la calle, porque encerrado en un despacho se moriría. Victoriano, que así se llama el periodista por un homenaje familiar a su abuelo (el torero Victoriano de la Serna, que triunfó en los ruedos en los años treinta), se convirtió más adelante en Jalis porque en la cuna su madre le cantaba constantemente la ranchera que popularizó Jorge Negrete.

Años después Jalis entró en nuestros salones con sus inconfundibles programas. En algunos de ellos no lo pasó demasiado bien, tal y como le confesaría al Diario Sur: "Haciendo un reportaje en Mallorca, unas personas nos amenazaron en unos bares con unos palos y unos bates de béisbol y decidimos parar". Pero ni de lejos ha sufrido en nuestro país lo que advirtió en el extranjero: "Es difícil pensar en pasar unos días en sitios con tanto desprecio por la vida como Honduras, donde hay gente maravillosa pero donde también nos encontramos ocho cadáveres en las cunetas en un día".

Esta noche se cierra la segunda temporada de 'Enviado especial'

De la Serna viaja esta noche para cerrar la segunda temporada de 'Enviado especial' a Estonia, país en el que el acceso a internet es un derecho humano como respirar. Hasta la fecha el programa ha demostrado su calidad y un gran feeling con los espectadores, ya que en la siempre complicada noche de los jueves promedia 1,3 millones de espectadores y un sobresaliente 7,6% de share, alcanzando un máximo del 8,8%.

A Jalis lo hemos visto viajar por medio mundo, pero él remueve Roma con Santiago para no perderse sus dos aficiones: los partidos del Atlético de Madrid y las carreras de la Fórmula 1. Pero siempre hay hueco para el relax, aunque el periodista ha trabajado y mucho en las dos primeras temporadas de 'Enviado especial'. En la primera tanda viajó para indagar sobre las armas, la obesidad o el Caso Pablo Ibar. Y en la segunda se interesó por los robots, el arroz, la educación o el futuro.

Aunque el programa que más le marcó fue el dedicado a los avances genéticos. Y es que ese día le cambió la vida, ya que tras analizar su cuerpo se enteró de qué enfermedades podría padecer en un futuro. Y el diagnóstico, aunque no le asustó, le hizo tomar nota: podría sufrir muerte súbita por una malformación genética en un tipo de célula cardíaca. Aun así y por suerte nos queda Jalis para rato, pero por lo pronto disfrutemos todos de esta noche en laSexta con el programa "La Nación digital".