Estirando el chicle de Harry y Meghan: ¿les queda carrete para sus tratos millonarios?

A Netflix le ha salido bien la jugada con Meghan Markle y el príncipe Harry.Su serie documental se convirtió en lo segundo más visto a nivel global en su semana de estreno a pesar de contar con solo tres entregas (fue superada por el fenómeno 'Miércoles' solamente) y en su segunda semana, con las tres entregas restantes, ha repetido posición. Se coloca así como el documental más visto de la plataforma e, incluso, superó las cifras de 'The Crown'.

El negocio con los Duques de Sussex parece redondo, aunque tampoco ha salido barato a la empresa de streaming: el acuerdo que firmaron en 2020 se estimó en 100 millones de dólares y, de momento, no lo han rentabilizado de ninguna otra forma.

Plataforma y pareja tienen pendientes más proyectos, si bien planea sobre ellos una duda: ¿interesan Meghan y Harry más allá de los sapos y culebras que puedan soltar por sus bocas contra la familia real británica o su filón tiene los días contados? Por ahora han conseguido demostrar que siguen manteniendo el interés después de aquella primera entrevista con Oprah Winfrey donde parecía que habían quemado prácticamente todos sus cartuchos. Lo cierto es que 'Harry & Meghan' tampoco es que cuente mucho más de aquello, salvo algunos detalles, pero el público les ha acompañado.

Esto iba a ser otra cosa...

Cuando se anunció el acuerdo entre las partes, en septiembre de 2020, no se barajaba la idea de un reality sobre la pareja real sino que los ponía en el rol de productores, a través de su empresa Archewell Productions, para realizar series de ficción, documentales, películas y programación infantil. "Harry y Meghan han inspirado a millones de personas en todo el mundo con su autenticidad, optimismo y liderazgo. Estamos orgullosos de que hayan elegido Netflix como su hogar creativo y estamos entusiasmados de contar historias con ellos que puedan ayudar a desarrollar la resiliencia y aumentar la comprensión", decía Ted Sarandos, director de contenido de Netflix, en el comunicado emitido a la prensa. Esas eran las intenciones.

Pero al igual que el multimillonario acuerdo de Netflix con los Obama, el de Harry y Meghan no estaba dando sus frutos. Antes del documental, solo había trascendido que ella había participado como productora ejecutiva en una serie de animación llamada 'Pearl', que se canceló antes de que viese la luz. Finalmente, los Duques de Sussex han protagonizado su propio docu-reality.

Documental, libro, podcast...

En enero de 2023 se publicará 'Spare', un libro de memorias del príncipe Harry por el que se dice que la editorial Penguin Random House le ha dado un adelanto de 20 millones de dólares y que podría ser el primero de un total de cuatro entregas. Por otra parte, Archewell Productions tiene un acuerdo con Spotify, estimado entre 15 y 25 millones de dólares, que tampoco está dando unos frutos jugosísimos. De momento, han sacado un podcast de entrevistas en el que Meghan Markle hace de anfitriona y no ha destacado demasiado en un género bastante explotado.

Así, las preguntas vuelven: ¿tienen Harry y Meghan carisma suficiente o el favor del público para interesar como personalidades mediáticas más allá de los trapos sucios que quieran airear de la familia real británica?, ¿tiene Harry tanto que contar como para cuatro libros y le quedaría material morboso para un segundo documental en Netflix?, ¿cuánto tardará esta fuente en secarse?

'Live to lead', su nuevo proyecto

Mientras que el documental sobre su vida sigue siendo la comidilla de las revistas rosas, Harry, Meghan y Netflix anunciaban esta semana su siguiente proyecto juntos en el que, esta vez, los duques serán solo productores ejecutivos (si bien se usa su imagen en el tráiler como cebo). 'Live to lead' (traducido, "vivir para liderar") será una serie de entrevistas a grandes líderes internacionales, como la activista climática Greta Thunberg, la primera ministra neozenlandesa Jacinda Ardern o la jueza feminista Ruth Bader Ginsburg (fallecida en septiembre de 2020).

Retoman así su idea de crear contenido relacionado con las causas sociales que les interesan y apoyan, que fue su objetivo en primera instancia al firmar con Netflix. Pero el quid de la cuestión es si al público le interesa lo que tengan que contar Meghan y Harry más allá del puro morbo.