EN ANTENA 3
Lo que necesitas es amor, 31 años de la caravana que enlazaba (y enmendaba) corazones
Se cumplen más de tres décadas de la creación de Lo que necesitas es amor, uno de los formatos más reconocidos de nuestra televisión presentado por Jesús Puente, quien cogió el testigo de Isabel Gemio.
Publicidad
Igual al público de nuestros días no le resulte novedoso ni interesante encontrar el amor delante de toda España. Vivimos revolcados en multitud de formatos televisivos que se ocupan de este terreno, ya sea de manera semanal, trimestral, anual o incluso diaria. Sin embargo, para los televidentes de hace 31 años, Lo que necesitas es amor era mucho más que un programa de entretenimiento donde encontrar a tu media naranja.
Era domingo, 12 de octubre de 1993, y los españoles reposaban la multitud de eventos que hubo aquel día por la consabida festividad de la Hispanidad. Por la noche, Antena 3 abría una ventana a otro espectáculo que venía a celebrar el amor y las reconciliaciones de pareja. Una jovencísima Isabel Gemio saludaba a un público que permanecería por varios años continuados acompañando a este espacio que copó incontables récords de audiencia. De hecho, se mantuvo en activo durante seis años seguidos, hasta que decidió echar el cierre en verano de 1999.
El mítico espacio que produjo Videomedia para Antena 3 combinaba a la perfección el ahora tan popular dating show con el talk show, e incluso el reality show. De esto último iba bastante cargado y de ahí su éxito, ya que el espectador se quedaba completamente atrapado con las historias que proponía cada semana Jesús Puente, el presentador titular que terminó heredando el programa desde su segunda temporada y hasta casi la última, cuando Pedro Rollán se hizo cargo de su desenlace, asistidos por unos jóvenes Óscar Martínez y Pilar Rubio.
El sello inconfundible de Lo que necesitas es amor era su famosa caravana del amor. El icónico vehículo recorría los confines de España en busca de aquellas personas empeñadas en atrapar a su pareja perfecta, aunque también se hacía cargo de enmendar corazones heridos, rotos e incluso olvidados. Una cantidad de peculiares testimonios que atraparon a millones de telespectadores, llegándose a ver en estratosféricos picos de audiencia del 40% de cuota de pantalla. Es más, su última temporada superaba el gran 23% de share, antes de desaparecer de la parrilla televisiva.
Publicidad