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COMENTANDO LA CUARTA EDICIÓN DE 'CASADOS A PRIMERA VISTA'
"A veces siento que me pillo por algún tío y después de varios orgasmos, se me pasa" por @Becaria_
Después de todos los años que llevo soltera, por fin me acerco al mundo de vivir en pareja, aunque con las parejas de otras. Y de otros. Me ha tocado meterme entre las bambalinas de “Casados a Primera Vista” y no sé si podré soportar tanto amor y que nada sea para mí, pero me lo voy a pasar genial con sus disputas .¿Acabaré casándome yo también a ciegas para probar nuevas sensaciones? Por @Becaria_
No recuerdo la última vez que tuve novio y la verdad es que empiezo a preocuparme. No porque lo necesite, sino por saber qué pasa que casi todas las chicas de mi entorno están enamoradas (algunas hasta con hijos) menos yo. Mirad que lo intento, pero no hay manera. A veces siento que me pillo por algún tío y noto mariposas en el estómago, pero me doy cuenta de que es un efecto colateral de pasarnos un buen rato en la cama y después de varios orgasmos, se me pasa.
No entiendo el amor y menos si no hay sexo de por medio. Tampoco entiendo que follar muy bien con alguien tenga que acabar en pareja, creo que la combinación de ambas cosas acaba enturbiando las relaciones. Por eso ahora estoy muy feliz por poder vivir de cerca la vida parejil de los casados a primera vista del programa y entender otras maneras de sentir, sobre todo si son más raros que un perro verde, pero tienen buen entendimiento o en la segunda noche acaban durmiendo en la alfombra. ¿Acabaré casándome yo también a ciegas para probar nuevas sensaciones?
La cuarta temporada empieza como acabo yo algunas de mis fantasías: con un interracial en toda regla. Tengo mucha curiosidad por saber qué pasará con la relación entre Alessandra Corleone y su chico estando la madre de ella de por medio, con su educación del régimen, chapada a la antigua y pelín racista. Mira, guapa, vete mentalizándote, que ya estamos en 2018. Veremos también cómo acaban el madurito y la pija del Barrio Salamanca. A ver si se pone las pilas, porque visto el éxito del canoso entre sus amigas, se lo cepillan a escondidas y luego vendrán los lloros en la cafetería del Starbucks.
Luego están las dos chicas que no casan ni casadas. Como la noche y el día. Como yo y Pérez Reverte. Una parece más urbanita y la otra más de pueblo que las bellotas. Pero ojalá derrochen mucha pasión y la demuestren, el mundo necesita mucho más amor entre mujeres y que no se acaben bloqueando en Twitter.
Gabriel, el del gimnasio, me cae como el dolor del primer día de regla sin ibuprofeno. Que sí, que está bueno, pero se lo tiene demasiado creído. Intuyo que lo va a pasar mal con Damaris, la celosa. Y ella peor. Es que no puedes pretender echarte pareja siendo tan celosa y que encima sea monitor de baile mojabragas. Chica, háztelo mirar: lo de tus celos, la inseguridad y la zona de confort de tu marido.
En fin, que como las becarias servimos lo mismo para un roto como para un descosido, aquí estaré diseccionando amores y desamores, aunque me falten parches para tanto corazón deshilachado.
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