Crónica | Programa 7

Risas y sufrimiento a partes iguales: así ha sido la travesía de los Sánchez Saborido en el Valle de la Muerte

El exfutbolista y su familia han sacado su lado más salvaje en la etapa más complicada del viaje.

Risas y sufrimiento a partes iguales: así ha sido la travesía de los Sánchez Saborido en el Valle de la Muerte

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Joaquín sigue empeñado en despertar el espíritu aventurero de su familia, y esta vez los ha llevado a vivir experiencias extremas en su viaje por América. Mientras recorrían la carretera rumbo al Valle de la Muerte, Daniela sorprendió a todos componiendo una canción con los recuerdos del viaje. Usando una aplicación, creó un tema que dejó boquiabiertos a sus padres. “¡Qué sorpresón!”, exclamó Susana al escuchar la creatividad de su hija.

Ya en el Valle de la Muerte, la familia experimentó en primera persona el calor abrasador del desierto. “¡Cuarenta y cinco grados a las nueve de la mañana!”, gritó Salma al ver el termómetro. La caminata por la zona se convirtió en un desafío físico, con Joaquín describiendo la sensación como si le golpearan con una sartén en la cara.

Tras la dura prueba del desierto, el siguiente reto fue montar su primera tienda de campaña en Yosemite. Acostumbrados a la comodidad de la caravana, la tarea parecía imposible, pero, con esfuerzo, lograron armarla. Eso sí, no sabían que los osos rondarían por la zona durante la noche, lo que dejó en el aire la pregunta: ¿dormirán tranquilos?

Para completar la experiencia de camping americano, Joaquín compró comida típica enlatada, pero la reacción de su familia fue todo menos entusiasta. “Qué fatiga, papá”, se quejó Daniela tras probarla, mientras Susana sentenciaba: “Esto huele a la carná’ de los pescados”. El único que pareció dispuesto a terminar las raciones fue Joaquín.

El momento más tenso llegó con la caminata por el monte. Mientras Joaquín intentaba motivar a su familia, ellas se quedaban atrás quejándose. “Si has andado un minuto y te has sentado”, les recriminó el exfutbolista, frustrado por la falta de compromiso. En medio de la discusión apareció Pablo, un joven aventurero mexicano que quedó prendado de Salma, aunque Joaquín le dejó claro que su hija no compartía su espíritu explorador.

Para cerrar el episodio, la familia aprovechó para sincerarse sobre lo que cambiarían los unos de los otros. Entre bromas y alguna que otra pulla, Daniela no dudó en señalar el mal humor de su madre, mientras que Salma y Susana coincidieron en que deberían ser más generosas. La charla terminó con la promesa de una gran sorpresa de Susana para el cumpleaños de Joaquín, dejando la intriga en el aire.

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