La importancia del airbag: Marron demuestra la eficacia de los dispositivos de seguridad en los vehículos

La ciencia ha vuelto a impactar, literalmente, en El Hormiguero. Durante la visita de los actores Quim Gutiérrez y Ernesto Alterio, Marron ha llevado a cabo uno de sus experimentos más visuales y contundentes: una simulación realista de un accidente de tráfico para mostrar la importancia del tiempo de respuesta del airbag.

Para ello, el equipo ha creado un montaje sencillo pero muy revelador. Una sandía, en representación de la cabeza de una persona, ha sido lanzada verticalmente sobre un volante colocado en el suelo. En su descenso, ha cruzado un haz de luz que incidía sobre una célula fotovoltaica. Esa interrupción ha actuado como sensor de impacto, activando un airbag real colocado justo sobre el volante. La idea: que el airbag se inflase justo a tiempo para frenar la caída y evitar el "impacto". Y así ha sido: el sistema ha reaccionado con precisión quirúrgica, desplegando el airbag en menos de 50 milisegundos y salvando a la “víctima”.

Pero la verdadera lección ha llegado con la segunda parte del experimento. Esta vez, la célula se ha situado más cerca del suelo, simulando un sensor mal calibrado o un fallo de detección. El resultado: el airbag se ha activado demasiado tarde, y la sandía se ha estrellado violentamente contra el volante ante la expresión de asombro de los invitados.

Marron ha aprovechado la demostración para explicar algunos datos clave: el airbag de un coche se infla a más de 300 km/h gracias a una reacción química controlada, y necesita activarse en apenas 20 milisegundos desde el momento del impacto. Una mínima demora puede ser fatal.

Gracias a este experimento, El Hormiguero ha ofrecido una poderosa lección sobre seguridad activa al volante, dejando claro que la tecnología salva vidas, pero solo si funciona con la precisión que exige cada milisegundo.