Viajaba junto a su familia cuando, en mitad del tour por el Amazonas, fueron interceptados por unos piratas que les amenazaron y robaron todo lo que tenían. Ahora, la empresa no se hace cargo de lo ocurrido y asegura que son cosas que suelen ocurrir.
La depresión y la soledad que sentía María fue el filón perfecto para que una empresa de inversiones se aprovechara de ella. Cada día, un asesor le llamaba a la misma hora y, lo que para ella era un acompañamiento, se convirtió en su mayor condena.