Para ello ha traído una serpiente, una Bothriechis Schelegelii, una de las serpientes más venenosas de Centroamérica. Ella tiene unos sensores que detecta el calor por lo que ataca al cuello y a la cara y una vez te muerde ya es imposible hacer nada.
También conocemos a la Tortuga Caimán (Macrochelys Temminckii) que tiene la tercera mordedura más poderosa del mundo después del tiburón y el caimán. Ataca en 0,1 segundos y no hay ningún humano capaz de defenderse ante un ataque tan rápido.
En directo no hemos podido apreciar la ferocidad del ataque de la víbora Bothriechis Schelegelii, sin embargo hemos podido verlo en el ensayo y a través de una cámara superlenta, las imágenes son impresionantes.