Apuesta en directo en 'El Hormiguero 3.0': ¿quién gana en un cara a cara entre el hielo y el fuego?

El desplazamiento del oxígeno por la rápida evaporación del nitrógeno líquido provoca la extinción del incendio del dietiléter.

FUEGO HELADO

El dietiléter es un líquido incoloro y muy inflamable. De hecho hierve con el calor de la mano (a unos 34,5ºC), por lo que pasa a estado gaseoso muy rápidamente.

Es menos denso que el agua, por lo que flota en su superficie. También es menos denso, cuando es gas, que el aire, por lo que se quedará una capa de este gas sobre el agua sin salirse de su superficie.

El nitrógeno líquido, tiene una temperatura de unos 196 ºC bajo cero. Al tirarlo sobre la superficie del agua, pasa rápidamente a fase gaseosa, desplazando el oxígeno y enfriando rápidamente el ambiente.

Debido a esto, es capaz de apagar el fuego que hemos provocado gracias al dietiléter.

Puede llegar a producirse algún remolino debido a las grandes diferencias de temperatura provocadas. Esto provoca microcambios bruscos de presión, y, por tanto pequeñas corrientes que pueden llegar a producir este efecto tan chulo.