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Cacao tectónico
Marron revela en 'El Hormiguero 3.0' la curiosa relación entre el cacao y la corteza de la Tierra
El comportamiento hidrofóbico del cacao en polvo permite que al sumergirlo en leche permanezca seco. Además, el conjunto de leche caliente y cacao se comporta de manera análoga a como lo hacen el manto y la corteza terrestres.
CACAO HIDROFÓBICO Y PLACAS TECTÓNICAS TIERRA
Cacao hidrofóbico
El término hidrofobia proviene del griego, donde se combinan las palabras hydrós (agua), y fobos (horror). En el contexto fisicoquímico, el término se aplica a aquellas sustancias que son aparentemente repelidas por el agua (en realidad, no hay fuerza de repulsión sino una ausencia de atracción) o que no se pueden mezclar con ella.
En este experimento observaremos como el cacao en polvo presenta un comportamiento hidrofóbico al sumergir una cucharada bien cargada de cacao en agua y extrayéndose completamente seco.
¿Cómo es posible el chocolate? En general llamamos chocolate al producto final obtenido a partir del cacao. Una barra de chocolate típica es una mezcla de manteca de cacao, cacao molido, azúcar y un emulsionante como la lecitina. La manteca de cacao y los sólidos del cacao están formados por moléculas hidrófobas, mientras que el azúcar es generalmente hidrófilo (también griego, que significa "amante del agua"). Las moléculas hidrófilas e hidrófobas no se mezclan bien, por lo que se usa un emulsionante para ayudar a mezclar las diferentes moléculas y evitar que se separen con el tiempo.
Tectónica de placas
La tectónica de placas o tectónica global es una teoría que explica la forma en que está estructurada la litosfera (porción externa más fría y rígida de la Tierra, la tierra que pisamos).
La mayor velocidad de movimiento tectónico se da cerca de la Isla de Pascua, con una velocidad de separación entre placas de más de 15 cm/año y la más lenta se da en la dorsal ártica, con menos de 2,5 cm/año.
Dado que se desplazan sobre la superficie finita de la Tierra, las placas interaccionan unas con otras a lo largo de sus fronteras o límites provocando intensas deformaciones en la corteza y litosfera de la Tierra, lo que ha dado lugar a la formación de grandes cadenas montañosas. En algunos lugares las placas se separan, pero en otros una placa se mete dentro de otra y ahí, por el contacto por fricción entre los bordes de las placas es donde ocurren la mayor parte de los terremotos o la creación de volcanes y las fosas oceánicas.
El origen del movimiento de las placas está en unas corrientes de materiales que suceden en el manto, las denominadas corrientes de convección, y sobre todo, en la fuerza de la gravedad. Las corrientes de convección se producen por diferencias de temperatura y densidad, de manera que los materiales más calientes pesan menos y ascienden, y los materiales más fríos son más densos, pesados, y descienden.
El núcleo está caliente (La presión en su interior es millones de veces la presión en la superficie y la temperatura puede superar los 6700 °C, en nuestro modelo representado por la leche) y calienta el manto, que aunque es sólido, se comporta como un material plástico o dúctil (semisólido, chocolate caliente), es decir, se deforma y se estira sin romperse, debido a las altas temperaturas a las que se encuentra, sobre todo el manto inferior. Y empuja las placas de la corteza (nuestro polvo de cacao).
Como curiosidad sabemos que hace 330 millones de años los continentes estaban todos juntos, era un solo continente al que llamamos Pangea. Bien pues se estima que dentro de otros 250 millones de años ocurrirá lo mismo y los continentes se juntarán en otra Pangea.
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