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CON EMOTIVO EXPERIMENTO
Marron sorprende a José Luis Perales con la resonancia tibetana
Para la visita de José Luis Perales, Marron ha preparado un experimento super llamativo con un cuenco tibetano. Con este instrumento que se utiliza para la meditación, Marron ha conseguido provocar un gran movimiento del agua que había en su interior. ¡Qué impresionante! Vuelve a ver el programa completo en ATRESplayer.
GIRAR FLOR CON RESONANCIA
El tazón cantador, tazón tibetano, tazón himalayo, cuenco tibetano, bol tibetano o rin gong, es un artefacto de metal con forma de tazón que suena similar a una campana. Generalmente están fabricados por una aleación de 7 a 9 metales. Los lados y el borde del tazón vibran al ser golpeados o al recorrer su borde con un mazo o baqueta. Los tazones cantadores han sido usados en Asia en el budismo para meditación, inducción al trance y relajación. Para poder utilizar un cuenco tibetano se usa normalmente una "baqueta". Una baqueta es un instrumento de madera que en ocasiones se rodea de diferentes materiales, como goma, silicona o algodón para obtener diferentes tipos de sonidos. Los sonidos que se obtienen con baqueta de madera son más agudos y los que se obtienen con algodón y otros materiales blandos son más graves. La baqueta debe tener un tamaño proporcionado con el tamaño del cuenco que se desea percutir.
Existen dos formas de tocar los cuencos tibetanos: Batido y percusión. La percusión es un golpe que se efectúa en el borde exterior del cuenco y el batido es friccionar el borde con la baqueta hasta que el cuenco comienza a emitir un sonido. No todos los cuencos permiten el batido, pero todos admiten la percusión. Este cuenco aparentemente simple es una demostración divertida y atractiva del comportamiento de las ondas y sus interacciones. El batido de la baqueta alrededor del cuenco produce un cambio en la frecuencia de resonancia de éste, y por tanto de las ondas del agua. Con práctica, deberías poder producir una onda estacionaria, con chorros de agua disparando desde los cuatro antinodos espaciados a lo largo de todo el borde del tazón.
En nuestro caso, colocaremos una flor flotando en el agua contenida en uno de los cuencos. Al frotarlo de manera circular, crearemos una onda que gira en el mismo sentido, traduciéndose en la rotación de la flor.
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