Precios abusivos
Polémica por el cobro de un suplemento de más de 7 euros en un bar de Barcelona
Las tres clientas del bar denuncian que por las 15 consumiciones que pidieron, tuvieron que pagar otros 7.5€: 50 céntimos por cada bebida.
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Se desata de nuevo la polémica de los precios abusivos en las terrazas. Tres chicas acuden a un bar de Barcelona y en total piden 15 consumiciones. En el momento de pagar el ticket se encuentran con un suplemento de 7.5€. Según las clientas, el bar cobraba por cada vez que el camarero se acercaba a la mesa para atenderla.
Jesús Soriano, del perfil de X 'Soy Camarero', explica que en caso de ser así, el dinero sería para el bar únicamente, y "no para el camarero por gastar el zapato", apuntaba la periodista y presentadora del programa, Lorena García. También recuerda que existen casos en los que se abusa del precio. Por ejemplo, al cobrar 70 céntimos por añadir cubitos de hielo o al pedir incluso 2€ por utilizar un enchufe del bar para cargar el teléfono.
La colaboradora de Espejo Público, y abogada, Beatriz de Vicente asegura que en caso de que el bar anuncie estos precios, es "libre mercado".
Las explicaciones del establecimiento
Sin embargo, el bar de Barcelona no ha tardado en dar su versión y mostrar su descontento con la situación. Han desmentido que ese suplemento sea por cada trayecto que hace el camarero a la mesa. No obstante, sí que cobran 50 céntimos en terraza por cada consumición que piden los clientes.
En el local también cuentan con un cartel en el que se advierte de este recargo, por ello se encuentran molestos, ya que por su parte no lo consideran abusivo.
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Las reacciones de los colaboradores del programa iban todas en la misma línea. Los presentes en plató se manifestaban clara y abiertamente en contra de este tipo de prácticas. Tanto es así que el periodista Juan Soto Ivars utilizaba un juego de palabras para hacer una reflexión cargada de ironía: "Esta es la delgada línea entre hostelería y 'hostilería'". Añadiendo esta aseveración a la que hacía momentos antes, no sin cierta 'acidez' humorística: "En Barcelona tenía que ser".
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