El acusado de disparar mortalmente a su amigo negó los hechos en una segunda llamada al 112

Los hechos han ocurrido sobre las 4.30 horas de este sábado en el interior de un chalé de la calle Fuente de Palacios en la urbanización El Mirador de Cadalso de los Vidrios, una localidad madrileña de 3.000 habitantes situada en la esquina suroeste de la región.

Los vecinos del pueblo se encuentran conmocionados por los hechos. Según ha podido saber Espejo Público la víctima era un joven muy querido y nadie se explica qué sucedió en la madrugada del viernes al sábado. A las 4,30 horas los servicios de emergencias del 112 recibieron una llamada que indicaba que una persona de 39 años había disparado a su amigo de 31. Según las primeras pesquisas ambos se encontraban probando un arma y chalecos antibalas.

Los vecinos desconocían que el detenido tuviera licencia de armas. La víctima sufrió un disparo con un orificio de entrada pero sin orificio de salida.

El periodista Nacho Abad ha revelado en Espejo Público algunas de las contradicciones a las que se enfrentan los investigadores del caso. El día de los hechos la víctima y el varón que presuntamente disparó el arma habían hecho una barbacoa con amigos. Posteriormente salieron a tomar copas por el pueblo y regresaron a la casa del detenido con unos amigos. En torno a las 3,00 horas se quedaron solos en el domicilio.

Durante la noche se produce un disparo. Tal y como apunta Nacho Abad, Francisco llamó al 112 y reconoció que había pegado un disparo a su amigo y este se estaba muriendo. Diez minutos después el presunto autor de los disparos llamó nuevamente a los servicios de emergencias para decir que no era él quién había disparado sino que se había disparado la propia víctima

Las manos de la persona que disparó presuntamente no tenían restos de sangre ni pólvora. El autor de los disparos es un varón apasionado por las armas que tenía 5 armas útiles en su domicilio.

Los agentes encontraron una caja de balas encima de la cama de la casa donde se produjo el disparo. El chaleco que habría usado la víctima no era un chaleco antibalas, sino un chaleco normal, según afirma Abad. Los investigadores tratan de determinar si el detenido se puso a jugar con el arma con su amigo y le pegó un tiro a escasa distancia. En este momento la imputación judicial sobre el presunto autor de los disparos es la de homicidio doloso, es decir se le juzga por haber disparado con intención de matar.

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