El ADN de un desconocido en el arma del crimen de Isabel Carrasco

El arma con la que asesinaron a Isabel Carrasco es un revolver marca taurus modelo 32, magnum, que Triana guardó en el coche de su amiga, la policía local Raquel Gago. Dentro de un bolso, que Monserrat le entregó a su hija tras descerrajarle tres tiros a la presidenta de la diputación de León. Un bolso que Raquel Gago asegura encuentra en el interior de su vehículo detrás del asiento del copiloto, casi 30 horas después del crimen.

Los investigadores registran con profundidad el vehículo. Se incautan de varios objetos para analizarlos. Entre ellos, a parte del revólver, guantes, un plano guía de la ciudad de León, una navaja automática con una hoja de unos 11 centímetros o varias monedas. Objetos que examinarán al detalle, en busca de huellas y adn. Espejo Público ha tenido acceso a las conclusiones de este informe. Los resultados son cuanto menos sorprendentes. Los guantes requisados en el vehículo de Raquél Gago contienen adn que coincide con el perfil genético de Triana, algo plausible por la relación de amistad que mantenían. No tan lógico el adn de Montserrat, de la madre, en las monedas que la policía guardaba en su vehículo.

Pero lo más sorprendente se esconde en el arma del crimen. Concretamente en tres balas que aún quedaban en el cargador. En ellas, la policía científica consigue obtener adn. Pero el perfil genético que obtienen no pertenece ni a Monserrat, ni a Triana, ni a Raquel Gago. Corresponde a una mujer desconocida. ¿Quién es esa mujer? ¿Alguien más pudo manipular el arma del crimen? Y lo más importante, ¿cuándo? ¿Podría haber una cuarta implicada en el asesinato de Isabel Carrasco?