Incendio en Valencia

La afirmación de un arquitecto, bombero, y experto en emergencias, sobre el incendio de Valencia: "Obviamente esa fachada no estaba en norma"

El exterior del edificio estaba recubierto de un material inflamable y la normativa española hace años que prohíbe este tipo de acabados por su fácil combustión.

Jorge Murtra, experto en emergencias.

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Jorge Murtra es arquitecto, fue director de Protección Civil y Jefe de bomberos de Barcelona. Con su larga trayectoria y solamente viendo las imágenes puede vaticinar que "obviamente esa fachada no estaba en norma". Explica en Espejo Público que el exterior del edificio estaba hecho de aluminio, que es incombustible, pero el problema está en los aislantes que componen el interior del material utilizado. Esos sí son altamente inflamables y por eso cree que el problema se originó allí.

Por eso el arquitecto asegura que él siempre recomienda recubrir el aluminio de lana de roca porque es imposible que en caso de incendio las llamas puedan acceder al interior del inmueble. "La espuma de poliuretano en teoría no se puede utilizar en la fachada de un edificio si no está encapsulada" concluye Murtra y ese podría haber sido el origen del fuego.

La normativa española es clara

Los fuegos en el exterior de un edificio suelen ser muy difíciles de atajar por eso desde hace años "la normativa no permite construir fachadas inflamables". Explica que en contacto con el aire, el fuego avanza rápidamente y que las escaleras que usan los bomberos solamente llegan a los 28 metros, unos 9-10 pisos de altitud. En edificaciones más altas el trabajo de los bomberos se complica muchísimo porque no llegan.

La primera normativa antiincendios se aprobó en España en el año 1982 a raíz del incendio en Corona de Aragón y ya se hablaba de la inflamabilidad de las fachadas. Por eso se estipularon los materiales que no podían usare en el exterior, para evitar situaciones como las que hemos visto en Valencia.

Faltan sistemas de detección

En España no es obligatorio instalar sistemas de detección o de alarmas de incendio en las viviendas, sí en cambio en oficinas, hospitales u hoteles. Pero el experto asegura que él es partidario de que se usen. "Yo estoy convencido de la necesidad de tenerlos", dice. Los rociadores de agua son sistemas que no apagan incendios pero sí permiten que no se propaguen, "eso hubiese protegido el interior del edificio", sentencia.

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