Talavera de la Reina

La odisea de los asistentes al Capital Fest ante la ola de calor: "No me había encontrado esto en mi vida"

Lo que se prometía como un fin de semana de música y diversión en el Capital Fest (Talavera de la Reina) se convirtió en un hospital de campaña improvisado debido a los golpes de calor de decenas de asistentes. La organización del festival ha recibido multitud de críticas por falta de previsión ante las altas temperaturas.

El Capital Fest (Talavera de la Reina) ha estado marcado por las altas temperaturas. Esta cita con los conciertos musicales se ha celebrado en plena ola de calor cuando los termómetros marcaban más de 40 grados.

La organización ha recibido un aluvión de críticas por la falta de previsión. La situación de calor llegó a ser tan extrema que los bomberos se personaron en el lugar para refrescar a los asistentes. Quienes asistieron a este festival musical denuncian que no había ni comida ni agua para poder consumir.

Los golpes de calor comenzaron a contarse por decenas y los servicios de emergencias se personaron en el lugar para atender a los casos más graves. Esther es una de las asistentes del Capital Fest. Lamenta de no haber disfrutado de esta cita con la música como pensaba. "Yo llevo 20 años yendo a festivales y no me había encontrado esto en mi vida", señala.

"Las colas para pedir agua eran de dos horas"

A los asistentes al festival se les prometió que iba a haber fuentes, de las cuales solo funcionaban dos y el agua que salía era apenas un hilito de agua marrón, comenta. "Los baños se quedaron a las 16,00 horas sin agua. Tampoco había en los grifos ni para tirar de la cadena. Las colas para pedir agua podían ser de 2 horas", denuncia.

Comenta Esther que al principio no te dejaban pasar agua. "Estábamos en una ola de calor, se prometió sombra y allí lo que había era una carpa con 200 personas", señala. El Ayuntamiento de Talavera ha pedido explicaciones a la organización del festival. Desde el consistorio aseguran que trabajaron para colaborar con la organización en los momentos en los que el calor era más fuerte y permitieron la entrada de los bomberos de la zona cuando hizo falta.

Esther duda además de que el aforo fuera el adecuado "teniendo en cuenta que a las 18.00 horas ya había muchísima gente y cuando iba a llegar Izal aquello se desbordaba".