El álbum familiar de Alfonso Basterra y Rosario Porto

En las fotos familiares, vemos a un Alfonso totalmente cambiado, casi irreconocible con el que conocemos en la actualidad. Estamos ante un hombre decidido que aparece en las fotos agarrando a Charo por la cintura como símbolo de posesión. Es una imagen de hace casi 20 años. En otra imágen vemos a Alfonso y Rosario poco antes de la boda que tuvo lugar una mañana de octubre de 1996 en Santiago de Compostela. El novio se rodea de los que más quiere, sus padres y sus hermanos. Siempre cerca Ramón, su padre.

El día más feliz de sus vidas, se colma con la llegada de Asunta. El deseo de ser padres se ve hecho realidad cuando hace 12 años acuden a un orfanato en Yong-Zhou, en la provincia china de Hunan. Aquí, una niña de menos de un año les está esperando. Alfonso posa orgulloso con su pequeña. Su hija.

Ya en España, Asunta es una niña muy querida. Ha entrado a formar parte de una familia acomodada. Le llenan de regalos. Se convierte en el centro de sus vidas. Es un bebé feliz. Su abuelo Ramón está muy pendiente de ella. Es su nieta. Asunta crece en un ambiente muy familiar y culturalmente alto. Pronto muestra interés por la música, hasta convertirse en pasión. Desde muy pequeña, el piano le llama la atención y demuestra las dotes innatas con las que ha nacido. Su abuelo paterno es su mejor maestro. Junto a él aprende a acariciar y valorar cada tecla.

Tal y como muestra este recorrido de sus vidas, al que accedemos por primera vez, podemos comprobar que Asunta colmaba de felicidad a todos los miembros de los Basterra-Porto.