Robo bebé Bilbao

La amiga que recibió en su casa a la secuestradora del bebé de Bilbao: "Se acercó a la ventana con el niño y tuve miedo"

La mujer detenida por robar un bebé del hospital de Basurto (Bilbao) ha pedido su ingreso voluntario en un centro psiquiátrico. Luliana es la amiga que le abrió las puertas de su casa pensando que se trataba del propio hijo de la secuestradora. Cuenta que finalmente descubrió que todo era una farsa.

La jueza ha decidido dejar en libertad provisional con cargos sin ningún tipo de medida cautelar a la mujer que se llevó a un bebé del hospital de Basurto (Bilbao). Mireia, de 24 años, simuló ser enfermera y le dijo a la madre del pequeño que se lo llevaba para hacerle unas pruebas. Metió al bebé en una bolsa de plástico y salió con el del hospital.

Los padres del pequeño Aimar pasaron horas de angustia hasta que la Ertzaintza les avisó de que una familia había recogido al niño del felpudo de su casa, donde lo dejó la mujer. Para el padre de Aimar "es una vergüenza" que la jueza no haya decretado el ingreso en prisión de la secuestradora. "Puedes hacer cualquier delito y te puedes quedar en la calle a las 72 horas", señalaba el padre.

La detenida reconoció ante la jueza que se llevó al bebé, que no estaba bien psicológicamente y que pedía el ingreso en un centro psiquiátrico. El abogado de la detenida va a solicitar el internamiento voluntario en un centro psiquiátrico. Asegura el letrado que la mujer está muy arrepentida y quiere disculparse por lo ocurrido con la familia del pequeño Aimar.

La detenida ha pedido ante la jueza su ingreso voluntario en un centro psiquiátrico

Pedro y Laura, padres del bebé secuestrado, van a solicitar una orden de alejamiento para estar más tranquilos. Inmediatamente después de salir del hospital la secuestradora se dirigió a casa de su amiga Luliana. Le dijo que su pareja y su suegra, con los que vivía, no aceptaban al niño y le pidió que le dejara quedarse en su casa.

Luliana, la amiga que le dejó entrar en su casa con el bebé, descubrió el engaño

Luliana es la amiga de la detenida que la acogió en su casa después de llevarse al niño. Cuenta que enseñó a la secuestradora a dar un biberón a su hijo. Relata que Mireia llamó a su madre por teléfono y le dijo que ya había tenido a su hijo, que finalmente había sido un niño y no una niña como ella había comentado a su entorno durante el tiempo en que mantuvo la farsa de estar embarazada.

Esta amiga recuerda que durante esa noche hubo un momento en el que se asustó cuando la secuestradora se acercó a la ventana con el recién nacido para enseñárselo a su madre. Ella le advirtió de que era peligroso que le enseñara al niño por la ventana y que era mejor que su madre subiera al piso. Su amiga descubrió el engaño cuando su sobrina le advirtió por WhatsApp de que la mujer había robado un niño.