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CONCLUSIONES DEFINITIVAS

La autopsia de Asunta certifica su muerte por sofocación

Espejo Público ha tenido acceso a las conclusiones definitivas de la autopsia de la pequeña Asunta. El dictamen es concluyente. "Muerte por sofocación con un objeto pequeño".

Los detalles que habían trascendido, hasta ahora, era que Asunta Basterra había consumido una gran cantidad de fármacos, y que la causa de su muerte fue un fallo respiratorio por oclusión de las vías respiratorias. La duda era si la causa apuntaba a la ingesta de pastillas o a una sofocación. Pues bien, desde Espejo Público podemos adelantar los datos definitivos del resultado íntegro de la autopsia: "Muerte por sofocación con un objeto probablemente blando que obstruye los orificios respiratorios. Fallece entre las 16.00 y las 20.00 horas del  día 21 de septiembre". Rosario Porto utilizó un objeto blando, probablemente compatible con un papel, para acabar con la vida de su hija. También hay indicios de que una mano pequeña estuvo sobre el rostro de la niña.

Todo apunta a que la asfixia fue relativamente fácil, ya que su respiración era muy débil por el estado de inconsciencia que le habían provocado las pastillas. En pocos segundos Asunta dejó de respirar. No pudo poner resistencia. No pataleó ni colvulsionó al verse privada de aire.

Por otro lado, la conclusión del informe toxicológico fija su muerte a las pocas horas de comer. "En función del contenido gástrico y del lorazepam hallado, fallece entre tres o cuatro horas desde la comida". Esta afirmación desmontaría la primera versión de Rosario Porto que aseguró en su día, haber dejado solo a a la niña en casa para hacer unos recados. Después de comer, Asunta estaba, al menos, acompañada por su madre. Y hay otro dato importante que revela la autopsia: "En la última hora de vida no bebió agua. El contenido gástrico es champiñón, cebolla, pimiento, bacon, perejil y alguna semilla que parece kiwi". Esto significa que la pequeña estaba tan adormilada con el lorazepam que le habían suministrado, que la hora antes de su muerte no necesitó ingerir más pastillas con la ayuda de agua.

Analizada parte de la autopsia, ahora las partes rebatirán las conclusiones de la misma, eso sí, teniendo en mente en todo momento la inexplicable incineración de Asunta. Es decir, aleguen lo que aleguen, no se podrá pedir una nueva investigación, un nuevo análisis o un nuevo informe toxicológico. El cuerpo de la niña ya no existe.

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