Brutal paliza a un vigilante que pidió a una pasajera que usara mascarilla contra el coronavirus

Actualmente le duele la cabeza, tiene molestias en las cervicales, la rodilla, le cuesta dormir y lo está pasando bastante mal. Todo comenzó cuando Fermín Aragón le pidió a una pasajera que se pusiera la mascarilla. Entonces la joven busca algo en el bolso y se colocó en la boca un jersey. El vigilante le indicó que con eso no podía subir al tren y le pidió la documentación. Ante la continua negativa de la chica Fermín le avisó que llamaría a la Guardia Civil, entonces comenzaron los golpes.

En ese momento intervino el novio de la joven, experto en artes marciales. "Se veía que él sabía defenderse bien", señala el vigilante. Este le quitó la porra mientras la chica le golpeaba. El trabajador perdió la vista y el oído y cuando volvió en sí intentó levantarse y cayó al suelo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía sangre por la boca. Una ambulancia le llevó al hospital, donde le examinaron.

Fermín lamenta que en el momento de la agresión estaba acompañado por su compañero de turno y este no hizo nada por ayudarle.

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