Venta de pisos con “okupa”
Carmen, vende su piso con 'okupa' dentro: "Estoy manteniendo a una familia que no es la mía, y a mí me meten en la lista de morosos"
Proliferan los anuncios de venta de pisos 'okupados'. Precios de saldo a cambio de que el nuevo propietario se encargue del desalojo
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Basta con teclearlo en cualquier portal inmobiliario. Si quiere comprar un piso okupado, la oferta se cuenta por decenas. Los precios son imbatibles y las condiciones básicamente tres: No podrá visitarlo, tendrá que comprarlo al contado y lo más complicado: el comprador se hace cargo de "deshacerse" de la carga, llámelo 'okupa' o 'inquiokupa'.
Desde la Plataforma de Afectados por la Ocupación advierten que cada vez son más los propietarios que ponen la casa en venta con el okupa dentro por no poder hacer cargo a hipotecas sujetas a constantes subidas de tipo de interés. Tampoco pueden con los gastos de gas, luz y demás suministros que muchas veces tienen que pagar a sus indeseados inquilinos. Se venden muy por debajo de su valor pues suelen ser objeto de destrozos y el comprador no podrá visitarlo. Además, deberá comprarlo al contado pues al no poder tasarse, nadie le dará una hipoteca.
Son precios de derribo, pero el comprador no ve el piso y lo tiene que pagar al contado
Carmen es una de estas propietarias y ya está al límite de sus posibilidades económicas. Estamos en Toledo, en el perímetro del Casco Antiguo. El dúplex de Carmen tiene 80 metros cuadrados, garaje y trastero. Le costó 180.000 euros y ahora se conformaría con venderlo por 70.000. Pero la oferta que le han hecho al contado es de 40.000. Lo vende con una familia dentro. La misma que lleva un año largo sin pagar alquiler, ni luz, ni agua, ni gas… Se lo alquiló a un hombre que desapareció dejando en la casa a una mujer con 3 hijos. De esto hace más de un año.
"Estoy manteniendo a una familia que no es la mía, y a mí me meten en la lista de morosos"
Carmen nos cuenta que aunque tiene una sentencia a su favor, el juzgado tiene paralizado el lanzamiento por la vulnerabilidad de la familia. "Estoy manteniendo a una familia que no es la mía, pagando una hipoteca por la que tengo que pedir dinero a mis amigos. Vivo de mi pensión de jubilación. ¿Con qué como yo?", clama al borde de las lágrimas. Carmen ha entrado en el listado de morosos por no poder hacer frente a los recibos de esta "inquiokupa". No puede comprar a plazos el frigorífico que necesita porque "tengo que pagar recibos de gas de trescientos cuarenta y pico euros de esta familia".
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"Entiendo la situación de la propietaria, pero no puedo irme si no me dan una solución"
Nos acercamos al piso de Carmen. Finalmente logramos hablar con Tamara, quien lo habita. "Entiendo a Carmen. Es su casa y todos los gastos van para ella, pero yo no me puedo hacer cargo de la situación". Tamara tiene 31 años, asegura que sólo ingresa los cerca de 500 euros del Ingreso Mínimo Vital y que no puede buscar trabajo pues tiene tres hijos y no tiene con quién dejarlos. Permanecerá en la casa "mientras no me den una solución". Finalmente nos confiesa que ya tiene a la vista un piso "propiedad de un banco", que podría "okupar" próximamente. "Dile a Carmen que en un mes y medio estoy fuera, que tenga paciencia". Se lo decimos a Carmen. No lo cree. Vuelve a llorar.
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