Cuidado a los mayores

Mi casa me vigila: así es el salvavidas que cuida de los mayores zamoranos

Una de las regiones más envejecidas de Europa pone en marcha un sistema de monitorización de sus mayores en sus propios domicilios. Distintos dispositivos vigilan sus movimientos y lanzan alarmas a un vecino “cuidador silver”. Así se cuidan en Zamora.

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Chips, sensores de movimiento o relojes inteligentes para monitorizar a los mayores que viven solos en pueblos de Zamora

Un pitido sobresalta a Antonio. Su reloj le pregunta si va todo bien: “Hola Rosa. Bien, estoy bien”. Ha sido una falsa alarma. Quizá un movimiento brusco del dispositivo interpretado como una caída accidental de Antonio, que se ríe del fallo del aparato. Pero sabe que en su muñeca lleva un salvavidas. Uno de tantos instalados en su casa. Antonio acaba de cumplir 90 años, vive solo y está entregado a los sensores, y los distintos cacharritos que le han instalado en su casa. Todo para tenerle monitorizado, controlado las 24 horas por si sufre cualquier percance.

Setecientos vecinos vigilados por sensores de movimiento

La provincia de Zamora es Territorio Silver europeo. Ese dudoso honor encumbra a la provincia como una de las más envejecidas: el 46,3% de su población supera los 65. Y buena parte de ellos está en el ámbito rural, alejados de hijos, vecinos, y entornos sanitarios. Por eso la Diputación ha puesto en marcha el programa “Acompañantes silver”: un “laboratorio” en el que 700 vecinos de más de 30 pueblos son seguidos al minuto por “chivatos tecnológicos”. Villardeciervos es uno de esos pueblos.

Esto no me grabará y se me verá por ahí, ¿no?

Marian le explica a Antonia el funcionamiento de los sensores de movimiento que hay en su casa: en los marcos de las puertas, el baño, el frigorífico… Su casa la “vigila” aunque aquí no hay ninguna cámara que viole la intimidad. Y es que uno de los principales temores de los mayores a la hora de "dejarse controlar" es el temor a ser grabados. “Me da seguridad. Es como tener un médico al lado”, asegura. ¿Quién está detrás de todo este entramado tecnológico?

El vecino que todo lo controla

Marta, vecina del pueblo, es una de las cuidadoras. Está contratada por la Diputación para seguir a los veinticinco vecinos que tiene a su cargo. “Tengo un contrato de cuatro horas, pero si un sábado suena la alarma a las cuatro de la tarde, la atiendo”. Entramos en la casa de Alicia y Esmeraldo. Aquí nos enseña otro aparato, el “home doctor”. Con él, mide la tensión, el oxígeno en sangre e incluso puede auscultar el corazón y los pulmones. Si saltara alguna alarma, Marta sería la encargada de llamar a los servicios de emergencia: un puesto de trabajo en la España vacía y anciana.