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CENTRO PENITENCIARIO DE VILLENA
Así es la cárcel donde ha sido trasladado José Bretón para cumplir su condena
Extrema vigilancia pesa ahora sobre José Bretón, su inadaptación a la cárcel provincial de Córdoba es lo que ha determinado el cambio a una de las cárceles con mayores medidas de seguridad.
Se presenta como una prisión de máxima seguridad tecnológica, 400 cámaras y sensores de movimiento vigilan el perímetro y el interior de la cárcel de Villena. Todo el que entra, pasa por un detector para comprobar si ha estado en contacto con drogas o explosivos. Los presos preventivos como Bretón pueden ser destinados a centros previstos para reclusos peligrosos, o, como es el caso de Bretón, porque sufran inadaptación a los regímenes ordinario y abierto. El scaner tampoco se lo pone fácil a quienes tratan de pasar objetos prohibidos. Turnos de 50 funcionarios se hacen cargo de 1.300 presos, aquí cumplen condena, entre otros, cinco terroristas del 11 M.
Para disminuir el riesgo de agresión los funcionarios trabajan en el interior de unas cabinas acorazadas. "Estaríamos en un búnker que nos da precisamente a dos módulos. Es casi imposible entrar aquí", asegura un funcionario. Basta pulsar un botón para controlar tecnológicamente cámaras, puertas y luces. En caso de motín los mandos pasarían a la torre de control. "Tenemos una alarma y si la pulsamos automáticamente el módulo se bloquea", dice el funcionario.
Todos los movimientos de José Bretón quedarán registrados por una tarjeta lectora. "Me dirá estaba en tal módulo y se dirige a otro módulo. Nos dice exactamente que está de camino". Afirman desde el centro penitenciario.
En sus ocho años de vida ningún interno ha conseguido fugarse de estos muros. Un blindaje tecnológico que funciona ya en 19 de las 82 prisiones españolas, y aquí es donde, al menos de momento, José Bretón seguirá pagando su condena, 40 años por matar a sus hijos.
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