Entre cucarachas y chinches, así estaban los niños de la guardería que ha cerrado sin previo aviso: "¿Qué hago con mi hija ahora?"

Entre gusanos, chinches y cucarachas: así se encontraban los niños de la escuela infantil Hada Madrina, en Sevilla, que ha cerrado sus puertas por orden del gerente. Hasta 60 menores se quedan sin centro educativo y a ocho trabajadoras en la incertidumbre. Eso es lo que ha provocado la pésima gestión de los responsables del centro. La situación ha generado indignación entre las familias afectadas, quienes denuncian la falta de mantenimiento del centro desde hace más de un año y medio.

Madres de los menores relatan que sus hijos han sufrido picaduras de chinches, gusanos y cucarachas. "Mi preocupación empezó cuando mi hijo venía con picaduras", denuncia una madre. A esto se suman problemas de luz y agua que ponían en riesgo a los niños: "Hay que recoger a los niños porque no hay luz ni agua, porque llueve y hay un cuadro eléctrico que puede explotar...".

El gerente del centro también enfrenta denuncias por impagos. Debe 1.500 euros a una editorial y cerca de 30.000 euros a la propiedad del edificio. La Junta de Andalucía ha desmentido sus declaraciones sobre retrasos en los pagos y ha anunciado que retirará la licencia en los próximos días.

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Las familias han solicitado soluciones, aunque muchas prefieren esperar a una resolución antes de cambiar de centro. "¿Ahora qué hago yo con mi hija?", se lamenta una madre. Mientras tanto, la incertidumbre sigue marcando el día a día de estas familias afectadas, sobre todo de las trabajadoras, a las que las madres han calificado de excepcionales. Estas trabajadoras se encuentran en un limbo puesto que no pueden solicitar el paro por falta de documentación.

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