Publicidad
DENUNCIAN ABUSOS ENTRE LOS AÑOS 50 Y 70
"Los cuidadores eran pederastas"
Crecieron bajo la tutela del Cabildo de Tenerife entre los años 50 y 70. Eran niños huérfanos o en desamparo que vivieron un horror en la Casa Cuna de Tenerife. El infierno no acabó ahí. A los nueve años, los varones ingresaban en otros internados masculinos donde sufrieron abusos y vejaciones.
Mateo creció en la Casa Cuna. Sufría palizas casi a diario. Sus padres le abandonaron y su tutela quedó en manos del Cabildo de Tenerife. A los diez años le trasladaron a un internado situado en la localidad de San Miguel de Géneto. Los cuidadores eran seglares. "Los cuidadores eran pederastas. En el patio había un silencio total. No podíamos decir nada porque enseguida nos amenazaban", afirma. "Son muchos palos los que me han dado. Palos en la cabeza, en el cuerpo, las piernas. Nos daban baños de agua fría", continua Mateo.
Los niños apenas recibían formación, y muchos eran explotados laboralmente. Desde los diez años, les obligaban a trabajar en fábricas propiedad de autoridades del Cabildo. Álvaro fue uno de ellos. Manejaba con manos de niño maquinaria de adultos. Nunca le pagaron. "Yo el dinero lo entregaba y ellos me daban un sobre. Nunca ví el dinero. Me decían que era para cuando yo saliera de este colegio, que tuviera algo de dinero. Nunca ví un duro", confiesa Álvaro.
Álvaro protestaba ante los castigos, por eso le diagnosticaron una enfermedad psíquica que no sufría. Esa falsa patología se le atribuyó a los niños más rebeldes. "Nos hicieron unas pruebas en el sanatorio psiquiátrico para ver si éramos niños retrasados completos. ¿Qué ocurre?. Nos catalogan con una oligofrenia de primer grado. Niño retrasado mental subnormal completo", dice. El Cabildo utilizó este diagnóstico para aislar a una veintena de niños en este colegio. Muchos tardaron años en demostrar que su mente estaba sana, que sólamente eran niños víctimas de malos tratos.
Publicidad