La dependienta que enfrentó a escobazos un atraco con cuchillo: "No se quería quitar de la vista de la gente, era su única salvación"

La trabajadora del local, situado en una de las principales avenidas de Sevilla, fue víctima de un atraco. Ella se encontraba barriendo el interior del estanco cuando un hombre con el rostro descubierto accedió al local armado con un cuchillo que utilizó para amenazarla, colocándoselo sobre la espalda al mismo tiempo que exigía que abriera la caja y le entregara el dinero.

La mañana del pasado miércoles, la joven dependienta del estanco, en un momento en que dio la espalda a la puerta del local, mientras barría, irrumpió un hombre cuchillo en mano que la abordó por detrás, dando lugar a un breve forcejeo, ante el que la chica cedió al ser consciente que el hombre llevaba un arma blanca.

"¡Vete para dentro, que te mato! ¡Te mato! ¡Dame el dinero!

Entre gritos y continuas amenazas de muerte obligó a la joven a introducirse en la trastienda mientras vaciaba al cajón de la caja registradora pese a los intentos de la trabajadora de evitar que cogiera los billetes.

Poco después el hombre abandonaba a toda prisa el estanco con 2.000 € robados, pero dejando parte del botín tras él, en forma de billetes desperdigados por el suelo.

"Psicológicamente no lo está pasando muy bien"

Cristóbal es el dueño del establecimiento, y la mañana de este lunes atendía a las preguntas de Espejo Público. El propietario del estanco explicaba que su trabajadora se encuentra bien físicamente, ya que no sufrió ninguna agresión importante, pero psicológicamente estaría considerablemente afectada.

"Ella no se quería quitar de la vista de la gente de la calle, porque sabía que era su única salvación"

"Desgraciadamente los estancos somos unos negocios bastante perseguidos", explicaba Cristóbal, visiblemente indignado. Asegura que es una situación de la que son plenamente conscientes y que en alguna ocasión han tratado cómo actuar frente a un atraco. Las indicaciones que tienen son de no enfrentarse y darle al delincuente lo que pida, para evitar daños mayores.

Transeúntes impasibles

En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, que se viralizaban tras ser publicadas en las redes sociales, se observan varios momentos en los que varios ciudadanos pasan frente al local y se detienen en la puerta alarmados por los gritos del interior. Aun así resulta sorprendente que no intervenían de ninguna forma y continuaban su paso como si nada, y sin prestar auxilio a la dependienta.

¿Torpe atracador?

Además de dejar tras de sí unos cuantos billetes en el suelo, el atracador no mostraba gran habilidad y su modus operandi, como presentarse ataviado simplemente con una gorra, sin cubrirse el rostro con más prendas, ha facilitado mucho la labor de la Policía, que ya tendría identificado al delincuente, que también cometía un robo similar en un negocio próximo al estanco.

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