Destrozan las viviendas de un anciano que emigró a Venezuela y se ve obligado a pagar a los okupas para que desalojen

Antonio Vázquez, de 84 años, compró tres pisos en A Coruña (Galicia) pero emigró a Venezuela y nunca los disfrutó. Ahora se ha visto obligado a regresar a España ante la falta de medicamentos en el país. Su sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que varios okupas se habían instalado en los inmuebles.

Para desalojarlos pactó con ellos el pago de una suma de dinero para que abandonaran la casa. A uno le pagó 2.000 euros mientras que con otro llegó a un acuerdo de 700.

La pérdida no sólo ha sido económica, los okupas le han destrozando el piso levantando el suelo e incluso dejando excrementos de perro y plantas de marihuana. Pide ayuda al ayuntamiento para retirar la basura del piso y desinfectar ya que asegura que carece de los recursos suficientes.

Tras más de 50 años trabajando en Venezuela Antonio quería que sus hijos se instalaran en estos domicilios este verano, ya que carecen de recursos sufientes para llevar una vida digna en Venezuela.