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INCINERADO EN PARACUELLOS DEL JARAMA

Desvelamos el plan de actuación que se siguió contra Excalibur, el perro de Teresa Romero

Espejo Público ha podido acceder al informe oficial en el que se detalla la manera de actuar el día en el que se decidió acabar con Excálibur, el perro de la enfermera infectada con ébola, Teresa Romero.

Excalibur era considerado un peligro para la salud pública. La Comunidad de Madrid informaba de que "no existía garantía de que los animales infectados no elimnasen el virus a través de sus fluídos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio". Espejo Público ha tenido acceso a los informes donde se detalla el plan de acción que se llevó a cabo ese día. Las autoridades ordenaron acudir a la urbanización de Alcorcón  con una dotación de bomberos, responsables de forzar la puerta de entrada; una ambulancia del 112 para asesorar en materia de riesgo sanitario; y varias furgonetas de equipos veterinarios donde se encontraba la que transportaría al animal.

Lo primero que hacen es avisar al administrador de la urbanización y a la vecina de al lado de Teresa, para que desaloje su casa. Montan una jaula de aislamiento, una urna, donde meten al perro. Casi todos los operarios llevan monos y guantes de protección. Una vez dentro del edificio, preparan una puerta metálica de protección para la entrada de la vivienda para evitar la posible salida del animal. Sellan el ascensor, la puerta de al lado y la de acceso al hueco de la escalera, también las paredes y el suelo.

Comienza entonces la operación Excalibur. Una operación que siguió varios pasos según este informe: "Se rompe el sistema de cerradura, permaneciendo intacta la hoja de la puerta y su mecanismo de abatimiento. Inmediatamente se procede al cierre de la puerta metálica instalada para evitar la salida del animal de la zona segura. El equipo veterinario accede a la zona de intervención. Disparan con dardos anestésicos desde el exterior de la vivienda sin apreciar ningún sufrimiento del animal. Retiran el cadáver mediante sacos estériles que son desinfectados e introducidas en una cámara de aislamiento que es desinfectada y trasladada al vehículo de transporte".

Un vehículo al que le esperaban abucheos, gritos y manifestaciones en contra de que el perro fuera sacrificado. Excalibur fue incinerado en Paracuellos del Jarama pero, ¿qué pasó con la furgoneta?. Espejo Público ha podido saber que estuvo vagando por las calles de Madrid durante un tiempo al no saber dónde era el mejor lugar para llevar a cabo su desinfección. Finalmente, se realizó horas después en el complejo de Getafe del 112.

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