33 años del atentado

La emoción de Irene Villa y su madre al recordar su atentado: "Cuando supe que mi hija estaba viva me salieron alas"

Hace 33 años un atentado de ETA con coche bomba les sesgó la vida. Sin embargo, Irene Villa y su madre eligieron vivir y eliminar el odio de sus vidas. Así se han agarrado a la vida madre e hija.

Irene Villa y su madre en Espejo Público.

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Han pasado 33 años desde que Irene Villa y su madre María Jesús González sufrieron un brutal atentado con coche bomba provocado por la banda terrorista ETA. Aquel atentado llevó a la madre a perder un brazo y una pierna y a Irene a perder ambas piernas. Lejos de recordar aquella fecha maldita con odio o resentimiento las dos mujeres han celebrado esta fecha todos los años como un renacer.

Reconoce que siempre han recibido regalos y felicitaciones. Al principio sonajeros y ahora otro tipo de obsequios más acorde a la edad que van 'cumpliendo'. Las dos coinciden en la lectura que hacen de aquel día. Dan las gracias por estar vivas. "Queremos honrar la vida por quienes no han tenido esa suerte", dice Irene.

Después del atentado María Jesús se pasó muchas horas sin saber si su hija estaba viva. Cuando se desertó en la UVI preguntó a la enfermera dónde estaba su hija. Le dijeron que su hija no estaba con ella y María Jesús se esperó que en cualquier momento le confirmaran lo peor. Cuando la bajaron a planta estaba callada y su padre le dijo: "No preguntas por tu niña". No recuerda una alegría igual en la vida que el momento en el que le dijeron que su niña estaba viva. "No he tenido un momento igual en mi vida, fue como si me crecieran alas, como si no me pasara nada. El psiquiatra del hospital le dijo por qué no le preguntaba por su hija y ella le respondió que lo único que le importaba es que su hija estaba viva.

"Decidimos perdonar y mirar hacia adelante sin sentir rencor"

Después del accidente se vieron por primera vez en el programa de Nieves Herrero. En aquella época no existían los móviles aquel programa de televisión les brindó la oportunidad de verse. Una imágenes que siguen emocionando a Irene Villa. Todavía hoy las dos agradecen mucho a Nieves Herrero que facilitara ese momento.

María Jesús decidió perdonar y mirar adelante sin sentir rencor. Sabe que con odio y rencor no se puede vivir. La primera vez que fue a ver a su hija al hospital recuerda que "ella estaba llorando como una magdalena y le dijo que tenían dos caminos". "Un era perdonar y seguir la vida sin acordarnos que hemos tenido piernas o también podíamos odiar a las personas que nos habían hecho eso".

"Hay que aceptar lo que no puedes cambiar y pensar que has nacido así"

A sus 12 años Irene Villa le dijo: "Ya me lo he pensado, que vamos a vivir y he nacido sin piernas". Recuerda Irene que lo que más le llamaba la atención a los médicos es que pese a su estado su única preocupación era aprobar 8º de EGB. "Hay que aceptar lo que no puedes cambiar y pensar que has nacido así".

Su atentado ha prescrito en 2011 sin culpables. "Desde hace 13 años nadie cumple condena por lo nuestro", señala Irene. "Lo que queremos es que nadie sufra como está sufriendo porque nosotras estamos vivas pero cuando alguien tiene que ir al cementerio a ver a su familiar. "Creo que las víctimas merecen dignidad, respeto y cariño", solicita.

La madre de Irene reconoce que no ha querido pensar demasiado en la reforma de ley que permitirá a algunos etarras acortar sus condenas porque no está en su mano cambiarlo. "Nuestra mejor sentencia es que no haya más víctimas del terrorismo en el mundo", añade Irene.

Recientemente Irene se ha quitado las prótesis y anda mucho más liviana. "Al final lo que prima es tu deporte y tu ejercicio", apunta. Se acaba de casar por segunda vez. Su meta es la educar y empoderar a sus hijos, disfrutar con su marido David y contagiar alegría. Ella misma le cuenta los chistes de humor negro que existen sobre ella a sus hijos. Ha sabido reinventarse y ver el lado positivo de la dura experiencia que vivió.

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