Altas temperaturas
Enfermera Saturada advierte del error fatal que podemos cometer con alguien que está sufriendo un golpe de calor
Llega la primera ola de calor del verano. Este año, antes de lo habitual. El enfermero Héctor Castiñeira, conocido en su papel como divulgador médico como 'Enfermera Saturada', nos explica cómo actuar ante un golpe de calor y lo que nunca debemos hacer para refrescar a una persona que ha sufrido una insolación.
Héctor Castiñeira, enfermero del Hospital 12 de octubre y conocido en redes sociales como 'Enfermera Saturada', señala que ante temperaturas de 35 ó 40 grados lo más sensato es evitar el sol directo en las horas centrales del día. Pide especial precaución con niños menores de 5 años, ancianos, mujeres embarazadas e incluso personas con discapacidad.
"Vamos a tener especial precaución con este tipo de personas que deben hidratarse cada poco tiempo", señala. Sobre los lactantes, explica que es suficiente la leche materna para hidratarse pero ante estos episodios de calor intenso se debe intensificar la vigilancia. "Podemos aumentar las tomas sin ningún problema", recomienda.
Estos días de calor al aumentar tanto las temperaturas se dilatan las venas y arterias y es fácil que baje la tensión. Aquellas personas con tendencia a tensión baja pueden sufrir una bajada intensa. "Hay que estar muy hidratados aunque no se tenga sed, hay que beber igual pero estar bebiendo siempre agua al final cansa por lo que podemos sustituirla por refrescos sin azúcar, agua con gas a e incluso con frutas".
"Han de tener especial precaución los menores de 3 años, las embarazadas y los ancianos"
El golpe de calor es una urgencia médica y es algo que todos los veranos acaba llevando a alguien al hospital. "Si vemos que una persona empieza con taquicardia, sudoración, confusión mental o vómitos son esos clásicos síntomas que nos pueden hacer estar pensando que estamos sufriendo una insolación". En el caso de que una persona sufra este problema es fundamental apartarlo de esa fuente de calor, intentar desvestirlo en la medida de lo posible y aplicarle agua fresca para intentar bajarle esa temperatura. Si esta consciente que beba y si no está consciente le pondremos paños de agua fría para bajarle la temperatura poco a poco. "No debemos en ningún caso ponerle hielo a esta persona ya que le podríamos provocar un shock hipotérmico e incluso una parada cardiaca", advierte Héctor.
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Sobre la conservación de los medicamentos, señala que es especialmente peligroso tenerlos a temperaturas extremas pese a que recomiende que estén a temperatura ambiente. Los bolígrafos de insulina para diabéticos se pueden llevar encima pero con una temperatura superior a 35 grados se van a degrada y la insulina perderá su efecto.