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Este martes declaran dos amigas de la víctima de los jugadores de la Arandina que presentan un vídeo de la noche de los hechos
Este martes declaran dos amigas de la víctima que aportarán como prueba un vídeo en el que podría aparecer un cuarto implicado. Se retoman las declaraciones ante el juez por el supuesto abuso sexual de tres jugadores de la Arandina a una menor de 15 años. Todas estas declaraciones, que antes estaban previstas para el miércoles, se realizan el martes día 2. Harán declaración dos chicas, también menores, que supuestamente cuentan con material audiovisual y mensajes al parecer relacionados con los hechos denunciados.
Por su parte, el jueves 4 de enero la juez tomará declaración al padre de la denunciante, al tío y a una prima de la madre, así como a la psicóloga que está atendiendo a la joven, mientras que para el 9 de enero están citadas en la Audiencia Provincial de Burgos las dos hermanas pequeñas de la menor.
'Espejo Público' ha tenido acceso al plano del lugar de los hechos. ¿Con qué material cuentan los investigadores?
Se trata de la vivienda que comparten los tres jugadores de la Arandina. Sobre las ocho de la tarde del pasado 24 de noviembre, la menor coincide en la calle con uno de ellos, el que tiene 24 años, y acepta su invitación de acompañarlo a esta casa.
Ambos se conocen desde hace semanas y mantienen contacto por redes sociales. Charlan con normalidad en el salón. A los veinte minutos, llegan a la vivienda los otros dos compañeros.
Según la investigación, es entonces cuando los chicos apagan las luces y abusan presuntamente de la menor en el salón.
La adolescente, de 15 años, declara que se bloquea ante la situación. Entra en estado de shock . Decide ir al baño y al regresar uno de los investigados, el de 19 años, presuntamente la introduce en un dormitorio. La casa está a oscuras. Ella se tropieza con la cama y cae boca arriba. Es cuando el jugador aprovecha para presuntamente abusar de ella.
La adolescente abandona la casa hora y media después de llegar. Nadie se lo impide.
Dos semanas después denuncia los hechos. La policía registra el piso minuciosamente.
En el suelo del salón encuentran cabellos humanos compatibles con el de la menor. En el sofá y en una manta detectan manchas de restos biológicos que reaccionan a la luz ultravioleta. En el pasillo hallan una bolsa amarilla con ropa de cama usada. En los dos baños se localizan también manchas en el suelo y en el inodoro que pueden ser de restos biológicos.
Los investigadores toman distintas muestras, y se llevan las sábanas de las tres camas que hay en la vivienda. El objetivo ahora es analizar los restos de ADN que pueden situarían a la menor en esta casa.
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